LA SECTA

CAPÍTULO 42

Al oír el mensaje de Pei Yunshu, Zhuyou le miró con una mirada carente de emoción.

Sus ojos negros permanecían tranquilos y firmes. Pei Yunshu se apartó de él, pero la mirada de Zhuyou le hizo sentir como si hubiera intimidado a Zhuyou de alguna manera. Pei Yunshu no pudo evitar levantar la mano y tocar ligeramente la frente de Zhuyou. "Pórtate bien."

Con un suave toque, la frialdad se extendió y se desvaneció mientras la mirada de Zhuyou se fijaba en los labios de Pei Yunshu. Tras un momento de silencio, pronunció suavemente: "Mmm."

Juntos, parecían una pareja compatible. En los últimos días, incluso el normalmente tranquilo Cuarto Hermano Mayor no pudo evitar sonreír.

Aquel día, cuando Yunjing le había seguido fuera de la sala principal, ni siquiera había tocado el hombro de Pei Yunshu antes de que la Espada Qingyue dejara una marca en su palma.

Yunjing miró a Pei Yunshu y luego al nuevo hermano menor, bajando la mirada.

El hermano menor había dicho que no le gustaba que otros le tocaran, pero ahora mismo, la mano de este nuevo hermano menor estaba colgando alrededor de su cintura.

¿Le disgustaba que otros le tocaran, o le disgustaba específicamente que ellos le tocaran?

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Tras la ceremonia de reclutamiento de discípulos, Pei Yunshu siguió a sus hermanos mayores montaña abajo con Zhuyou.

El tercer hermano mayor fue a la ciudad de Qinghe y trajo varias jarras de vino de un sauce junto al lago. Cuando vio a Pei Yunshu, sonrió y dijo: "Por aquel entonces, quería desenterrar algo de vino para ti, pero quién iba a pensar..."

Se detuvo a mitad de la frase, guardó silencio un momento y se volvió a buscar unos cuencos de vino.

Estaban en el patio trasero de una taberna, y le habían dado al posadero suficiente dinero para que les proporcionara comida limpia y rápida. Al oír aquella media frase, Pei Yunshu la anotó en silencio en su corazón sin hacer más preguntas. Cogió los palillos y sirvió un trozo de pollo a Zhuyou.

Zhuyou se sentó tranquilamente, fingiendo estar al margen de los asuntos mundanos. Pei Yunshu le había instado a comer antes de que por fin moviera los palillos, aunque sus movimientos eran algo torpes.

El Tercer Hermano Mayor trajo los cuencos de vino y el Segundo Hermano Mayor vertió el vino de la jarra en los cuencos, uno a uno.

El vino parecía haber sido elaborado por el Tercer Hermano Mayor, claro y transparente. Tan pronto como fue vertido, un rico aroma llenó todo el patio.

Pei Yunshu no solía beber mucho, pero cuando cogió el cuenco de vino, probó un sorbo y lo encontró bastante bueno, así que bebió un buen trago.

El Tercer Hermano Mayor no pudo detenerle a tiempo y suspiró: "Hermano menor, el vino que he preparado es bastante potente. No bebas demasiado."

Zhuyou dejó los palillos y dejó de comer carne. Observó a Pei Yunshu con un leve brillo en los ojos, esperando algo.

Poco después, Pei Yunshu se quedó con la mirada perdida en su cuenco de vino y sus ojos parecieron desenfocarse.

Bajó la cabeza y parecía estar mirando algo bueno dentro del cuenco de vino. Incluso cuando otros le llamaban, parecía que no les oía. El pelo negro de su cara incluso se hundió en el cuenco de vino.

El Hermano Mayor fue el primero en darse cuenta de que algo iba mal. Se acercó con la intención de apoyar a Pei Yunshu, pero éste giró la cabeza y le miró.