LA SECTA

CAPÍTULO 106 EXTRA 1

Durante la fuerte nevada de finales de otoño, el Venerable Wuwang regresó a la Secta Shanshui.

Todos en la Secta Shanshui, de arriba a abajo, esperaban ansiosamente el regreso de su Gran Maestro. Había cierta curiosidad entre ellos sobre el propósito del reciente viaje del Gran Maestro. Venerable Wuwang había estado fuera durante varios meses, y parecía que había pasado todo el tiempo cazando demonios, a juzgar por las negras, densas y demoníacas cuentas de jade que entregó al líder de la secta para que las refinara.

En todo el mundo, sólo su Gran Maestro podía capturar tantos demonios y refinarlos en cuentas de jade que emitían un aura demoníaca, haciendo que los cultivadores parecieran tan oscuros como un fluido espeso.

Todos los discípulos de la Secta Shanshui estaban orgullosos. Cuando el líder de la secta empezó a refinar las cuentas de jade, todos los discípulos disponibles se reunieron alrededor. A la luz del sol del mediodía, recitaron escrituras para ayudar al líder de la secta en el rápido refinamiento del demonio.

Con un grito feroz y siniestro procedente del interior de la cuenta de jade, la densa aura demoníaca se disipó por completo. El líder de la secta, con expresión seria, hizo un gesto a la multitud y suspiró. Luego, condujo a los discípulos de vuelta a la cima.

En su cima, el hermano menor del líder de la secta, el Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing, estaba sentado meditando dentro de una cueva. Cuando el líder de la secta regresó, el Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing, con sus ojos inmóviles, le miró y preguntó: "¿Ha vuelto el Maestro?"

El líder de la secta se sentó y asintió. "El Maestro cerró la puerta después de regresar. Su cultivo ya se ha recuperado hasta las primeras etapas del cruce de la tribulación. Quizás en otros cien años, atravesará la tribulación y ascenderá de nuevo."

El Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing suspiró. En su corazón, sabía que una vez destruido el Corazón Dao de su maestro, si realmente intentaba ascender... era probable que cayera en este punto.

Escuchando su suspiro, el líder de la secta no pudo evitar regañarle, "Ling Qing, has sido incapaz de concentrarte en el cultivo durante los últimos días. ¿En qué estás pensando?"

El Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing permaneció en silencio durante un rato y de repente dijo: "Hermano Mayor, ¿es el discípulo prominente de su secta alguien a quien usted crió personalmente?"

El líder de la secta acarició su barba, revelando una expresión de amor y orgullo. "Yunhui fue realmente criado por mí. Cuando aún no estaba en la etapa de establecimiento de la fundación, realmente me lo puso difícil. Este chico es realmente duro, se atreve con todo. Recuerdo una vez que tiré la calabaza de caramelo que le sobraba. Después de despertarse, intentó quemarme la barba a escondidas. Qué niño tan rebelde."

El Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing pareció perderse en sus recuerdos, y apareció una sonrisa. "Cuando llevé a Yunshu a la montaña por primera vez, era extremadamente travieso. Pero delante de mí, era obediente, siempre sonriente. Le caía bien a todo el mundo en el Pico Wuzhi."

El líder de la secta entendió, "Ling Qing, ¿estás pensando en Yunshu?"

El Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing reveló una sonrisa amarga, y el significado de esta sonrisa era incomprensible para el líder de la secta, pero se sentía extremadamente pesado. El Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing se levantó, caminó hacia la entrada de la cueva, y unos pocos copos de nieve que caían en el viento aterrizaron sobre él.

Cuando le cubrieron el pelo, parecía como si una capa de blanco lo hubiera cubierto.

El Maestro Espiritual Daoísta Ling Qing, con un talento excepcional, emprendió el camino del cultivo a una edad muy temprana. Su apariencia permanecía fija en su mejor momento, sólo sus ojos mostraban una inmensa edad. Ahora, su espalda estaba ligeramente encorvada, y en un instante, parecía haber envejecido varias décadas.