LA SECTA

CAPÍTULOS 69 Y 70

CAPÍTULO 69

Sorprendentemente, la primera sala bajo la cámara sellada estaba llena de barriles de alcohol sellados.

El aroma del alcohol era rico, espeso y meloso. El suelo estaba húmedo, con una capa de agua acumulada, pero los vinos estaban bien cerrados.

Bai Lige estaba de buen humor y abrió un barril de alcohol que había cerca. Usó un cucharón para probarlo y asintió en señal de aprobación, diciendo: "¡Excelente vino!"

El alcohol tenía un sabor fuerte, mezclado con notas afrutadas picantes y dulces. Con sólo olerlo, a uno se le hacía la boca agua y la fragancia era embriagadora.

Pei Yunshu aspiró el aroma del alcohol y vio que Bai Lige y Hua Yue bebían alegremente. Sacó dos botellas vacías de su bolsa y las llenó de vino. Como a Zhuyou también le gustaba beber, era perfecto que él también lo probara.

Después de llenar las botellas, Pei Yunshu miró a Bai Lige y Hua Yue, ambos amantes del alcohol, ya se habían quedado dormidos en los barriles de alcohol.

"?" Pei Yunshu se volvió hacia el Joven Maestro Qingfeng y le preguntó: "¿Qué les ha pasado?"

El joven maestro Qingfeng se tapó la nariz y la boca, y su cara se había enrojecido ligeramente por el vino. Se acercó a ver cómo estaban los dos zorros. "El alcohol es demasiado fuerte; se han desmayado."

Al oír esto, Pei Yunshu se sintió un poco mareado. La sensación le resultaba demasiado familiar: era el mareo propio de la embriaguez. Consumió rápidamente una píldora sobria y siguió el ejemplo del Joven Maestro Qingfeng, tapándose la nariz y la boca, y luego ayudó a sacar a Hua Yue y a Bai Lige de los barriles de alcohol.

Hua Yue sonrió tontamente y dijo: "Belleza... jeje... Belleza..."

"La última vez, Bai Lige y Zhuyou se tomaron cien copas, y no les afectó el alcohol en absoluto", dijo Pei Yunshu con un deje de sorpresa. "Ahora, sólo un sorbo, y ambos se han desmayado en los barriles de alcohol."

Volvió a reírse y dijo: "Supongo que a Zhuyou le habría pasado lo mismo, y menos mal que no está aquí. De lo contrario, sería una noche ajetreada."

Cuando el Joven Maestro Qingfeng oyó esto, su expresión se impacientó. Dijo fríamente: "Cambiando de lealtades tan rápidamente."

Pei Yunshu no sabía cómo explicarlo, así que permaneció en silencio. Junto con el Joven Maestro Qingfeng, dio a los dos zorros las píldoras sobrias que podían disipar el alcohol. El Dragón Negro yacía cerca, observando cómo se afanaba Pei Yunshu. Cada vez que oía el nombre de Zhuyou en boca de Pei Yunshu, entrecerraba cómodamente los ojos.

Su conciencia no estaba clara, sólo conservaba su naturaleza feroz. Toda su atención se centraba en las palabras de Pei Yunshu, agotando toda la paciencia que le quedaba.

Cuando el Dragón Plateado se acercó, vio al Dragón Negro pegado al cultivador humano, entrelazando fuertemente a Pei Yunshu y formando un sólido círculo a su alrededor.

El Dragón Negro percibió con agudeza la aproximación de otro dragón macho. Sus afilados dientes se mostraron al instante, emitiendo un gruñido amenazador.

Los intentos del Dragón Plateado de persuadirlo de nuevo fueron en vano, lo que le hizo resoplar fríamente. Ni siquiera los dragones hembra de todo el Reino Secreto del Dragón Divino podían compararse con un cultivador humano. Aunque estaba molesto, podía dar un paso atrás. Incluso si el Dragón Negro y este cultivador humano producían huevos de dragón con línea de sangre impura, lo aceptaría. Sólo esperaba que la raza dragón pudiera continuar. Sin embargo, después de tantos días, todavía no podía detectar el más mínimo olor de huevos de dragón en el cuerpo del cultivador humano.