Capítulo 1: Bienvenida a Eloria

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El carruaje avanzaba lentamente por el sinuoso camino que atravesaba los verdes campos de Eloria. Aiden observaba fascinado el paisaje a través de la ventana, maravillado por la belleza del reino. Las montañas en la distancia parecían tocar el cielo, y las flores de colores brillantes bordeaban el camino como un festín para los sentidos. Era su primer día en la Academia de Magia, y no podía evitar sentir una mezcla de emoción y nerviosismo.

-Estamos cerca, joven maestro -dijo el cochero, un hombre robusto con una barba espesa y amable sonrisa-. Pronto verás la academia.

Aiden asintió, sintiendo un nudo en el estómago. Había esperado este día durante años, pero ahora que estaba tan cerca, no podía evitar sentirse un poco intimidado. Al llegar a la academia, un majestuoso edificio de piedra rodeado de jardines encantados, Aiden se sintió abrumado. Estudiantes de todas las razas y orígenes caminaban por los patios y corredores, sus ropas coloridas y variadas reflejando la diversidad de Eloria.

Bajó del carruaje y tomó su equipaje, admirando la gran entrada con puertas de madera tallada y vitrales que reflejaban la luz del sol en destellos de colores. En ese momento, una voz amable lo sacó de sus pensamientos.

-¡Aiden! -El Profesor Thalor, su mentor asignado, se acercaba con una sonrisa cálida. Era un elfo anciano con una barba blanca que le llegaba hasta la cintura y ojos llenos de sabiduría-. Bienvenido a la Academia de Magia. Vamos, te mostraré tu habitación.

Mientras caminaban por los corredores, Thalor le explicó la historia de la academia y las normas básicas. Aiden apenas podía contener su curiosidad, haciendo preguntas sobre todo lo que veía.

-¿Quién construyó este lugar? -preguntó Aiden, fascinado por los intrincados detalles de la arquitectura. -La academia fue fundada hace más de mil años por los primeros magos de Eloria -explicó Thalor-. Cada piedra y cada sala tienen una historia. Aquí aprenderás no solo magia, sino también las tradiciones y la sabiduría de generaciones pasadas.

A medida que avanzaban, Aiden notó estudiantes practicando hechizos en los jardines, algunos volando en escobas sobre el campo de deportes, y otros estudiando libros enormes en los bancos del patio. Todo parecía sacado de un sueño.

-Aquí estamos -dijo Thalor, deteniéndose frente a una puerta de madera tallada-. Esta será tu habitación. Tu compañero de cuarto es Eryk, un estudiante veterano. Estoy seguro de que se llevarán bien.

Aiden entró en la habitación y vio a un joven elfo organizando sus libros en un estante. Eryk levantó la vista y le dedicó una sonrisa tímida.

-Hola, soy Aiden -dijo, extendiendo la mano. -Eryk -respondió el elfo, estrechando su mano-. Bienvenido a la academia.

Eryk era alto y delgado, con cabello rubio platinado que caía en suaves ondas sobre sus hombros. Sus ojos, de un verde intenso, parecían observarlo todo con una mezcla de curiosidad y cautela. Aiden se sintió inmediatamente cómodo en su presencia.

-Gracias. Todo esto es tan... increíble -dijo Aiden, mirando a su alrededor. -Lo sé. Recuerdo mi primer día aquí -dijo Eryk, sonriendo-. Puede ser abrumador al principio, pero te acostumbrarás. La academia es un lugar maravilloso.

A medida que la tarde avanzaba, Aiden y Eryk comenzaron a conocerse. Eryk le habló de las clases, los profesores y los lugares favoritos para estudiar y relajarse en los terrenos de la academia. Aiden se sintió aliviado al descubrir que tenían mucho en común. Ambos compartían una pasión por la magia y un deseo de explorar los misterios de Eloria.

-¿Te gustaría dar un paseo antes de la cena? -preguntó Eryk-. Hay un jardín encantado que debes ver. -¡Claro! Me encantaría -respondió Aiden, ansioso por explorar más.

Caminando por los jardines, Eryk le mostró árboles que susurraban secretos antiguos, flores que cambiaban de color con el sol y pequeños riachuelos de agua cristalina que corrían entre las rocas. Era un lugar lleno de maravillas y magia en cada rincón.

-Este es mi lugar favorito -dijo Eryk, deteniéndose junto a un árbol gigantesco con ramas que se extendían como un techo protector-. Aquí es donde vengo cuando necesito pensar o simplemente estar en paz.

Aiden se sentó junto a Eryk bajo el árbol, sintiendo una calma profunda mientras el viento susurraba entre las hojas.

-Es increíble -dijo Aiden-. No puedo creer que esto sea real. -Lo es -respondió Eryk-. Y ahora, también es tu hogar.

La cena en el gran comedor fue una experiencia mágica. El techo encantado reflejaba el cielo nocturno, y las mesas estaban llenas de estudiantes conversando animadamente. Aiden y Eryk se sentaron juntos, compartiendo anécdotas y risas. Fue en ese momento cuando Aiden sintió que, por primera vez en mucho tiempo, estaba exactamente donde debía estar.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Aiden miró por la ventana y vio el resplandor de las estrellas sobre Eloria. Un nuevo capítulo de su vida estaba comenzando, y aunque no sabía qué le deparaba el futuro, estaba listo para enfrentarlo junto a su nuevo amigo, Eryk.

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Con esto concluye el primer capítulo ^^

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