Ecos De Eloria

Capítulo 13: Desafíos En Penumbra

La mañana de la partida estaba envuelta en una mezcla de solemnidad y determinación. Aiden, Eryk, Lila, Marcus, Seraphina y un grupo de magos y guerreros preparados para la batalla se reunieron en el patio de la academia. Amigos y compañeros se despidieron de ellos, con miradas llenas de esperanza y preocupación.

Thalor, con una expresión seria, les dio las últimas instrucciones y bendiciones-. Confiamos en ustedes. La academia estará lista para apoyarles. Regresen con éxito.

Con esas palabras resonando en sus mentes, el grupo partió hacia su peligrosa misión.

El viaje los llevó a través del Bosque Oscuro, un lugar tenebroso y lleno de peligros. Las criaturas mágicas acechaban en la penumbra, y trampas dejadas por la secta oscura intentaban retrasarlos y debilitarlos.

Durante el viaje, Eryk comenzó a experimentar extraños sueños y visiones relacionadas con la Llama Eterna. En una de estas visiones, vio a un fénix resplandeciente, envuelto en llamas doradas, volando sobre un campo de batalla. La visión lo dejó intranquilo, pero también más consciente del poder que llevaba dentro.

En el bosque, el grupo tuvo encuentros con aliados inesperados, como un anciano druida que les proporcionó información crucial sobre la secta y el Devastador. También enfrentaron emboscadas de la secta oscura, obligándolos a luchar y a utilizar todas sus habilidades para sobrevivir.

Una noche, mientras descansaban brevemente, Eryk tuvo una visión poderosa. En esta visión, se encontraba en un vasto campo de batalla, enfrentando al Devastador. A su lado, la Llama Eterna, en forma de un majestuoso fénix, se alzaba con sus llamas purificadoras. El fénix envolvía al Devastador en sus llamas, pero para liberar completamente este poder, Eryk comprendió que debía sacrificar su vida.

Despertó sobresaltado, con la comprensión de que su destino estaba ligado a este sacrificio. Decidió mantener la visión en secreto, sin querer preocupar a sus amigos ni a Aiden.

El grupo encontró un refugio temporal en una antigua cueva que una vez fue utilizada por magos antiguos. Allí, se tomaron un momento para descansar y planificar su siguiente movimiento. Eryk compartió más detalles de sus visiones con el grupo, y juntos intentaron descifrar su significado y cómo podían usar la Llama Eterna a su favor.

Aiden, cargando con el peso de la preocupación por Eryk, buscó consuelo en la cercanía de su amado y la determinación de sus compañeros.

Mientras descansaban, el grupo se preparó mental y físicamente para el asalto a la Montaña de la Sombra. Los magos y guerreros practicaban sus hechizos y técnicas de combate, mientras Lila daba las últimas instrucciones tácticas.

Mientras tanto, Aiden y Eryk tuvieron un momento íntimo a solas. Se sentaron juntos bajo el cielo estrellado, tomados de la mano.

-Eryk, no importa lo que pase, no te dejaré solo -dijo Aiden, su voz llena de emoción.

-Y yo siempre te protegeré, Aiden -respondió Eryk, apretando la mano de Aiden con fuerza mientras recordaba la visión que tuvo-. Juntos, somos invencibles.

Luego de unos días el grupo por fin llegó a la base de la Montaña de la Sombra. La montaña era imponente y estaba envuelta en una atmósfera oscura y opresiva. Desde la distancia, podían ver la entrada a las catacumbas y las fuerzas de la secta oscura que las protegían, preparándose para el enfrentamiento final.

Con los magos y guerreros a su lado, y la Llama Eterna dentro de Eryk, el grupo se preparó para la batalla más grande de sus vidas. Sabían que el destino de Eloria dependía de su éxito, y estaban dispuestos a darlo todo.