Capítulo 10: Sin El Amuleto

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A medida que la academia se recuperaba de la batalla, una sensación de normalidad comenzó a regresar. Sin embargo, la amenaza de la secta oscura nunca estaba lejos de sus pensamientos. Los profesores y estudiantes trabajaban incansablemente para fortalecer las defensas y prepararse para cualquier futuro ataque.

Aiden y Eryk, ahora más unidos que nunca, continuaban liderando los esfuerzos de reconstrucción y entrenamiento. Su relación se había convertido en una fuente de inspiración para muchos, demostrando que el amor y la unidad podían superar cualquier adversidad.

Una tarde, mientras Aiden y Eryk estaban en el campo de entrenamiento, practicando nuevos hechizos defensivos, fueron interrumpidos por una figura conocida. Era Thalor, con una expresión seria en su rostro.

—Necesito hablar con ustedes dos —dijo Thalor, indicándoles que lo siguieran a su despacho.

Al llegar al despacho, Thalor les mostró un antiguo pergamino que había encontrado en los archivos de la academia. El pergamino contenía información sobre una antigua profecía que hablaba de un nuevo desafío que Eloria enfrentaría.

—Esta profecía sugiere que la secta oscura no fue el único peligro que enfrentamos —explicó Thalor—. Habla de una fuerza aún más antigua y poderosa que podría despertar y poner en peligro nuestro mundo.

Aiden frunció el ceño mientras leía el pergamino—. ¿Qué tipo de fuerza estamos enfrentando?—Según la profecía, es un antiguo ser conocido como el Devastador —respondió Thalor—. Fue sellado hace milenios, pero si las fuerzas oscuras logran liberarlo, podría traer una destrucción inimaginable.

Eryk miró a Thalor con determinación—. Entonces debemos asegurarnos de que eso no ocurra. ¿Qué podemos hacer?

Thalor asintió—. La profecía también menciona un artefacto, un amuleto de luz que puede contrarrestar el poder del Devastador. Se dice que está escondido en las profundidades del Bosque Eterno, un lugar que muy pocos han explorado y del cual menos aún han regresado.

Aiden y Eryk intercambiaron una mirada de comprensión. Sabían que esta misión sería peligrosa, pero también sabían que era necesaria para proteger Eloria.—Partiremos de inmediato —dijo Aiden con firmeza—. No podemos permitir que el Devastador sea liberado.

Thalor les proporcionó un mapa antiguo que señalaba la ubicación aproximada del amuleto y les deseó buena suerte.

Antes de partir, Aiden y Eryk se despidieron de sus amigos. Lila, Marcus y Seraphina les ofrecieron su apoyo y promesas de estar listos para defender la academia en su ausencia.

—Cuídense —dijo Lila, abrazando a ambos—. Necesitamos que vuelvan sanos y salvos.

—Lo haremos —respondió Eryk, con una sonrisa tranquilizadora—. Volveremos con el amuleto.

Aiden y Eryk emprendieron su viaje hacia el Bosque Eterno, conscientes de los peligros que podrían encontrar. El camino era largo y arduo, pero su determinación nunca flaqueó. A medida que se adentraban más en el bosque, la vegetación se volvía más densa y la atmósfera más opresiva.

—Este lugar tiene una sensación extraña —comentó Aiden, mirando a su alrededor—. Es como si el mismo bosque estuviera tratando de mantenernos alejados.

Eryk asintió—. La magia antigua de este lugar es poderosa. Debemos estar en guardia en todo momento.

En su camino, enfrentaron múltiples desafíos: trampas naturales, criaturas mágicas y ilusiones que intentaban desviar su curso. Utilizaron todo su conocimiento y habilidades para superar estos obstáculos, confiando el uno en el otro en cada paso.

Una noche, mientras acampaban bajo las estrellas, Aiden y Eryk reflexionaron sobre su misión y su relación.

—Eryk, pase lo que pase, quiero que sepas que lucharé siempre a tu lado —dijo Aiden, mirando las estrellas—. Nada nos separará.

Eryk se acercó y tomó la mano de Aiden—. Y yo lucharé siempre a tu lado, Aiden. Nuestro amor es nuestra mayor fuerza.

Se besaron bajo el cielo estrellado, encontrando consuelo y fortaleza en el amor que compartían. Sabían que su misión sería peligrosa, pero también sabían que juntos, podían enfrentar cualquier desafío.

Finalmente, después de días de viaje, llegaron al corazón del Bosque Eterno. Allí, encontraron una antigua ruina que parecía ser el lugar indicado en el mapa. A medida que se adentraban en las ruinas, sintieron una poderosa presencia mágica.

En el centro de la ruina, sobre un pedestal de piedra, encontraron el amuleto de luz. Brillaba con una luz cálida y reconfortante, que contrastaba con la oscuridad del entorno.

—Lo encontramos —dijo Eryk, con alivio en su voz—. Este es el amuleto.Aiden se acercó y tomó el amuleto con cuidado—. Ahora debemos regresar a la academia y prepararnos para cualquier cosa.

Sin embargo, justo cuando se disponían a salir, fueron emboscados por miembros de la secta oscura. La batalla fue feroz y caótica, con Aiden y Eryk luchando con todas sus fuerzas para proteger el amuleto.

A pesar de su valentía, fueron superados en número y fuerza. En un momento desesperado, Eryk fue gravemente herido mientras intentaba proteger a Aiden.

—¡Eryk! —gritó Aiden, tratando de llegar a él, pero fue detenido por un hechizo oscuro.

Con una última mirada de dolor y frustración, vieron cómo la secta oscura les arrebataba el amuleto. Sin más opciones, Aiden y Eryk, heridos y exhaustos, tuvieron que retirarse.

Regresaron a la academia con las manos vacías y el corazón pesado. La noticia de su fracaso y las heridas sufridas dejaron a todos en un estado de profunda preocupación por el futuro de Eloria.

—Hicimos todo lo que pudimos —dijo Aiden, con la voz quebrada, mientras Thalor vendaba las heridas de Eryk.

—Lo sé, Aiden —respondió Thalor—. Pero aún no todo está perdido. Todavía tenemos tiempo para encontrar una solución. Debemos unirnos y prepararnos para lo que viene.

Con el amuleto en manos de la secta oscura y la amenaza del Devastador cada vez más real, Aiden y Eryk sabían que debían seguir luchando. La verdadera batalla apenas comenzaba, y el destino de Eloria dependía de ellos.

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