Capítulo 4: Creciendo Juntos

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A medida que los días se convirtieron en semanas, la rutina en la Academia de Magia se volvió más familiar para Aiden. Las clases eran desafiantes pero emocionantes, y cada nueva lección parecía abrir puertas a un mundo de posibilidades infinitas. Su amistad con Eryk crecía más fuerte cada día, y ambos se convirtieron en inseparables.

Un día, después de una agotadora clase de duelos mágicos, Aiden y Eryk decidieron tomar un descanso en el jardín encantado de la academia. Era un lugar tranquilo, lleno de flores que cambiaban de color con la luz del sol y árboles que susurraban secretos antiguos.

—Este lugar es increíble —dijo Aiden, recostándose sobre el césped suave y mirando las nubes que pasaban lentamente por el cielo. —Es mi lugar favorito para pensar —respondió Eryk, sentándose a su lado—. Aquí es donde vengo cuando necesito despejar mi mente.

Aiden sonrió, sintiéndose agradecido por tener a Eryk como amigo. Sabía que su vínculo era especial, algo que iba más allá de la simple amistad. Pasaron horas hablando de sus sueños, miedos y esperanzas, compartiendo detalles íntimos que rara vez se revelaban a otros.

—¿Alguna vez has pensado en lo que harás después de graduarte? —preguntó Aiden, curioso. —Me gustaría usar mi magia para ayudar a los demás —respondió Eryk—. Tal vez me convierta en un sanador o en un protector del reino. ¿Y tú? —Quiero seguir explorando y aprendiendo —dijo Aiden—. El mundo es tan vasto y hay tanto que no sabemos. Me encantaría descubrir nuevos hechizos y desentrañar los secretos de la magia.

Esa tarde, mientras el sol comenzaba a ponerse, Aiden y Eryk se sintieron más unidos que nunca. Sabían que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían el uno al otro.

La semana siguiente, la academia organizó un torneo de duelos mágicos, una tradición anual que reunía a todos los estudiantes para demostrar sus habilidades. Aiden y Eryk decidieron participar, no solo por el desafío, sino también para medir cuánto habían aprendido.

El día del torneo, el campo de duelos estaba lleno de energía y emoción. Los estudiantes se alineaban, listos para mostrar sus mejores hechizos. Aiden y Eryk se prepararon juntos, practicando y animándose mutuamente.

—Recuerda, la clave es mantener la calma y enfocarte —dijo Eryk, ajustando su túnica—. Confía en tus habilidades. —Lo haré —respondió Aiden, tomando una respiración profunda—. Gracias, Eryk.

Cuando llegó su turno, Aiden y Eryk subieron al campo de duelos, enfrentándose a sus oponentes con determinación. El duelo fue intenso, lleno de destellos de magia y movimientos rápidos. Aiden se sorprendió de lo bien que él y Eryk trabajaban juntos, complementando sus habilidades y apoyándose mutuamente.

Al final, Aiden y Eryk salieron victoriosos, ganándose el respeto y la admiración de sus compañeros. Mientras celebraban, Aiden sintió una ola de gratitud y felicidad. Sabía que no podría haberlo logrado sin Eryk a su lado.

—Lo hicimos —dijo Aiden, sonriendo ampliamente mientras recibían sus premios. —Sí, lo hicimos —respondió Eryk, devolviéndole la sonrisa—. Estoy muy orgulloso de nosotros.

Esa noche, la academia organizó una celebración en honor a los participantes del torneo. El gran comedor estaba decorado con luces brillantes y guirnaldas de flores mágicas. Aiden y Eryk se unieron a la fiesta, disfrutando de la música y la comida mientras compartían risas y recuerdos con sus amigos.

Mientras la noche avanzaba, Aiden y Eryk se alejaron de la multitud, encontrando un lugar tranquilo en el jardín. Bajo la luz de la luna, se sentaron juntos, disfrutando de la paz y la compañía del otro.

—Eryk, quiero decirte algo —dijo Aiden, sintiendo su corazón latir con fuerza—. Estos últimos meses han sido los mejores de mi vida, y eso es gracias a ti. Eres más que un amigo para mí. Eres alguien muy especial.

Eryk lo miró con una expresión suave y sincera, sus ojos verdes brillando a la luz de la luna.

—Aiden, yo siento lo mismo. Nuestra amistad significa mucho para mí, y estoy agradecido por cada momento que hemos compartido.

Aiden sintió que su corazón se llenaba de una calidez profunda. En ese momento, todo lo que había sentido pero no había podido expresar parecía encajar en su lugar. Se inclinó hacia Eryk, tomando su mano con suavidad.

—No sé qué nos deparará el futuro, pero sé que quiero enfrentarlo contigo. Quiero que estemos juntos en todo lo que venga.

Eryk apretó su mano con firmeza, sus ojos reflejando la misma emoción que Aiden sentía.

—Aiden, siempre estaré a tu lado. Juntos, podemos enfrentar cualquier desafío.

En ese momento, bajo el cielo estrellado de Eloria, Aiden y Eryk se abrazaron, sintiendo que sus corazones latían al unísono. Sabían que su amistad era fuerte, capaz de superar cualquier obstáculo. Con una promesa silenciosa de estar siempre el uno para el otro, compartieron una conexión profunda y sincera.

El tiempo pareció detenerse mientras se abrazaban, disfrutando de la intimidad y la conexión que compartían. El mundo exterior se desvaneció, dejando solo el latido de sus corazones y el suave susurro del viento en los árboles.

Finalmente, se separaron ligeramente, mirándose a los ojos con una mezcla de felicidad y determinación.

—Esto es solo el comienzo —dijo Eryk, sonriendo—. Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa. —Lo sé —respondió Aiden, sonriendo también—. Juntos, somos invencibles.

Con esa promesa, se levantaron y caminaron de regreso a la academia, listos para enfrentar cualquier desafío que el futuro les deparara. Sabían que, con su amistad como guía, podrían superar cualquier obstáculo y proteger el reino de Eloria.

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Así concluye este capítulo, estoy abierto a comentarios y sugerencias, muchas gracias! 🗯️

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