Capítulo seis

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LOS SONIDOS de la ciudad se apagaron en los suburbios. Uno casi podría creer que estaban en un universo completamente diferente. No había bocinas a todo volumen, la niebla de la contaminación o luces de neón cegadoras. En otra vida, tal vez viviría en un lugar tan tranquilo. Pero ese no había sido mi destino. El ruido y los olores constantes eran mi hogar, uno al que me había acostumbrado.

Empujé la puerta trasera, la madera recién pintada de negro y los arbustos que la rodeaban recién podados. Alguien tenía mucho tiempo libre.

Había juguetes esparcidos por el patio, una resbaladilla, un camión de bomberos cerca del juego de columpios y una pala en una caja de arena la cual se desbordaba a su alrededor. Mis ojos se contrajeron cuando toda mi atención se centró en la arena irregular. No era importante y, sin embargo, me acerqué a la pequeña caja.

Necesitaba algo más en lo que concentrarme, algo familiar que no estuviera fuera de lugar y que no impulsara mi necesidad de arreglarlo o destrozarlo todo. Metí la mano en mi abrigo y mis dedos rozaron el frío metal de mi staccato de 9 mm. Era familiar y perfecto.

Mi mano se envolvió alrededor del arma y la liberó. La luz de la luna brillaba en la parte superior, incluso el cielo estaba hipnotizado por su belleza. Tomé respiraciones medidas, recordando paso a paso cómo lo había desarmado y limpiado. Mis dedos se retorcieron a lo largo del arma como si se movieran con mi memoria.

Me sentí más en control por segundos y me alejé de la distracción y me dirigí a la casa. La luz del porche trasero se encendió cuando se abrió la puerta.

-"¿Sacando la basura, Gasly?".

El hombre al que estaba allí para ver salió de su casa. Como si sintiera un depredador en su presencia, se quedó inmóvil, su mirada recorriendo el patio hasta que sus ojos se posaron en mí. No era necesario que me presentara. El reconocimiento apareció en sus ojos marrones en el momento en que los nuestros se encontraron.

-"No hagas esto aquí", suplicó Pierre Gasly.

Yo era un monstruo, pero no era un descuidado

-"No te preocupes. No planeo salpicar tu sangre en el césped recién cortado. Diles que tienes que irte.

Pierre se dirigió a la basura y tiró su bolso dentro. Aun sostenía mi arma, pero él no hizo ningún movimiento para correr. Él sabía que no podía huir, que era mejor hacer lo que indicará. Su familia sería utilizada como garantía, y Pierre no era un hombre que pusiera a su familia en peligro.

Take me apartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora