capitulo 24

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Muevo mi brazo, buscando entre las sábanas…

Nada.

Abro los ojos y me encuentro que estoy solo en la habitación

–¿Mikasa?

Pienso, que puede estar en la cocina o la sala.

–¿Mikasa?

La llamo con un volumen un poco más alto.

De nuevo nada.

Miro el reloj… 6:22 am

¿Dónde habrá ido tan temprano?

Trato de despabilarme, me levanto de la cama y me visto.

Abandono la cabaña esperando que nadie me viera hacerlo.

Al llegar a la mía, miro mi celular esperando si hay algún mensaje de ella.

Ninguno.

Le marco y enseguida me manda a buzón. Seguramente no tiene señal.

Aquí en algunas partes suele pasar.

Decido mandarle un mensaje…

“Hola mocosa. ¿A dónde saliste tan temprano?, quiero invitarte a desayunar. Cuando puedas márcame o mándame un mensaje.”

Me acuesto en mi cama, aún me siento cansado y decido dormir un rato más en lo que ella me contesta.

***

Ya son más de las 10 am, me había quedado dormido hasta las 8 am, pero nunca sonó mi celular.

“Posiblemente esté con Reiner”

Pienso, un poco molesto si eso es lo que en realidad está pasando.

Hoy es el último día de estadía en la playa. El staff ya comienza a trabajar levantando y desarmando escenarios, maquetas…

Se empieza a ver movimiento en el lugar. Visualizo a Eren y a Armin, me aproximó a ellos, seguramente saben dónde está ella.

–¡Mocosos!, ¿Han visto a Mikasa? No he podido localizarla y necesito hablar con ella.

Ambos se miran con el semblante decaído.

Armin me mira.

–¿Qué sucede?–pregunto preocupado ante sus segundos de silencio

–Mikasa se fue

–¿Qué?

–Se fue… No sé a dónde.

Trato de entender lo que Armin me está diciendo, así que vuelvo a preguntar…

–A ver, ¿Cómo qué se fue?

–Cuando desperté, al ver mi celular, vi este mensaje

Me muestra su celular donde tenía abierto una conversación con Mikasa y en el último mensaje se despedía de él y de Eren

–N..no… no puede ser…

Mi cuerpo comienza a sentir frío, a pesar de los rayos de sol

–He intentado hablar con ella, pero desde hace horas su celular suena apagado –sonríe nostálgico mirando el mensaje–posiblemente hasta ya cambiará de número para que no la contactemos.

Sin pensarlo un segundo más. Camino a paso apresurado. Ese cabrón tuvo que ver en esto.

No toco, no me importa. Empujo la puerta de su cabaña, rompiendola en el acto.

Canon (18+) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora