◌Remonpai◌

♤XII

-Me estas diciendo, ¿Que el hijo de Endeavour sabe que eres mi sucesor?-Pregunto All Migth alzando una ceja-

-Así es-Respondio el pecoso jugando nervioso con sus manos-

-V-verá, Señor -tartamudeó Izuku bajo la atenta mirada del Rey-. Fue inevitable que Shouto lo descubriera. Él...es mi pareja, y hubo un malentendido que aclaré contándole la verdad.

Bajó la vista, temeroso de haber hecho algo indebido. El secreto de su entrenamiento debía mantenerse, pero la confianza en Shouto era más importante.

-Sé que pidió discreción, pero no podía mentirle a quien amo -explicó con sinceridad-. Sin embargo, confío plenamente en Shouto. Nunca revelaría información delicada. Y...creo que con su linaje, podría serme de gran ayuda en el futuro.

-Creo que podemos utilizar esto a nuestro favor-Hablo Gran Torino-Podria entrenar contigo para ver que tanto así mejorado tu nivel-

Izuku sintió un alivio enorme cuando Gran Torino propuso esa alternativa. Temía haber cometido un gran error al revelar la verdad.

-Tiene razón, Maestro -asintió con fervor, volviéndose hacia All Might-. Shouto es muy hábil y nos sería de gran ayuda en los entrenamientos. Podría evaluar mejor mi progreso peleando contra alguien de su nivel.

-Y confío en que como heredero de Endeavor, comprende la discreción que requiere mi posición -agregó, esperanzado en haber tomado la decisión correcta-. Solo deseo honrar la confianza que han puesto en mí como sucesor. Haré hasta lo imposible por cumplir con tan gran responsabilidad.

Esperó la aprobación real con el corazón en un puño. El que Shouto conociera la verdad podía traerles muchos beneficios si jugaban bien sus cartas. Solo rogaba no haber errado en su gesto de sinceridad hacia su pareja.

-Si Gran Torino esta de acuerdo yo también-Dijo sin más levantando los pulgares mientras sonreía-

Izuku sintió que el alma le volvía al cuerpo al escuchar la aprobación de All Might. Le dedicó una profunda reverencia para ocultar la sonrisa de alivio que amenazaba con escapar de sus labios.

-Muchas gracias por su confianza, Señor -dijo con voz firme, aunque por dentro daba saltos de alegría-. No lo defraudaré. Trabajaré duro para estar a la altura.

Se volvió hacia Gran Torino con renovado fervor. -Y gracias a usted también, Maestro. Aprendo cosas invaluable cada día bajo su tutela. Es un honor llamarlo mi maestro.

Con una última inclinación ante sus mentores, se dispuso a retirarse. Tenía mucho que planear y reflexionar sobre cómo sacarle el mayor provecho posible a que Shouto conociera su secreto. Además, moría de ganas por contarle a su alfa lo ocurrido, seguro de que se alegraría tanto como él.

Cada paso que daba era un paso más cerca de cumplir su gran sueño. Y ahora no estaría solo, pues gracias a Shouto tendría un aliado poderoso.

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-Oh, hola Shouto-Saludo Inko con una sonrisa al ver al bicolor-Izuku esta en su habitacion por si quieres verlo, hoy llegó temprano-

-Buenas tardes, Inko-san -saludó Shouto inclinando la cabeza respetuosamente-. Muchas gracias.

Se dirigió hacia la habitación de Izuku con su permiso. Llamó suavemente a la puerta antes de abrir.

-Soy yo -anunció asomando la cabeza-. ¿Puedo pasar?

Al ver la sonrisa de su omega, sintió que el día mejoraba notoriamente. Entró cerrando tras de sí, yendo directo a abrazarlo.