◌Remonpai◌

♤V

Izuku se encontrava en su recamara, envuelto en mantas expulsando algunas fermonas, pues estava en pleno celo.

Izuku gimió, acurrucado entre las mantas de su lecho. Su celo llegaba con toda su fuerza, despertando en él un mar de nuevas sensaciones.

Su cuerpo dolía, anhelando la conexión de un apareamiento.

-Izuku, cariño-Hablo Inko tocando la puerta de la recamara de su hijo-Traje algunos supresores-

Izuku emitió un quejido lastimero ante los toques en la puerta. Su celo galopaba implacable, torturándolo con deseos incontenibles.

-Ah...p-pase mamá-logró articular entre jadeos-

Inko ingresó apresurada, comprendiendo el sufrimiento de su hijo. Depositó los supresores junto a él con suavidad.

-Toma esto cariño, te calmará-dijo compasiva-

Izuku obedeció entre estertores, aguardando el alivio. Mas en su mente dominaba la imagen de cierto alfa; de su mirada gentil y brazos protectores.

-Por hoy no vayas a la floristeria-Indico su madre-

Izuku tomó los supresores con manos temblorosas, gimoteando ante la intensa fiebre de su celo. Su cuerpo anhelaba alivio, mas su mente era un torbellino de deseos y recuerdos.

-Gracias mamá...-logró articular con esfuerzo-. Perdóname por causarte preocupación.

Inko acarició sus verdes cabellos con ternura.

-No te disculpes, cariño. Es natural -dijo comprensiva-Ahora descansa para recuperarte. Y no te angusties, pronto pasará.

Tras decir aquello, se retiró cerrando la puerta. Izuku se acurrucó intentando sofocar los feromonas que lo delataban. Rogaba porque el efecto de los supresores actuara pronto.

Mas en su mente persistía la nítida imagen del apuesto alfa de ojos heterocromáticos. ¿Estaría Shouto pensando en él también? ¿O se habría olvidado de su promesa de volver a verse? Sólo el tiempo lo diría.

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Shouto caminava tranquilamente con una sonrisa en su rostro, iva en direccion a la floristeria, pues tenia la intencion de ver a cierto Omega.

Shouto se dirigió a paso firme hacia la floristería donde trabajaba Izuku.Pues no había podido sacar al omega de su mente.

Su sonrisa se ensanchó al imaginar la reacción de sorpresa y alegría en el rostro de Izuku al verlo. Llevaba consigo un ramo de lirios, los preferidos del joven de ojos verdes según sabía.

Al llegar, no halló al omega como era habitual. Pero Masaru se encontraba allí, hablando con Kaminari.

-Disculpa-Hablo el bicolor acercandose a Denki-

-Al reconocer al Alfa, Denki bufo-Ah, eres tu-

-Buenas tardes. Venía a saludar a Izuku, pero veo que hoy no está -dijo con amable tono.

Denki torció el gesto ante su presencia. Masaru, más cordial, tomó la palabra.

-Izuku no pudo venir, está pasando su celo -explicó con calma-Pero te agradecerá la visita-

-Entiendo -asintió Shouto, preocupado por el bienestar del omega-Espero recupere pronto. Por favor, dénle esto de mi parte -extendió el ramo-. Y dile que espero verlo cuando sea el momento.