Shouto observó el pequeño lago del bosque con una sonrisa, satisfecho con los preparativos para la cita.
Había elegido ese punto por su belleza natural y tranquilidad. Sobre el manto verde había dispuesto un mantel de cuadros y una canasta repleta de viandas, frutas y una botella de jugo.
Quería darle un momento de paz y romanticismo a Izuku antes de la llegada de su celo. Recordó sus caricias del día anterior y el calor que invadió su cuerpo. Cuánto deseaba estrecharlo entre sus brazos otra vez.
De pronto, percibió el aroma a flores de cerezo que tanto amaba. Se volvió para ver a Izuku acercarse con timidez.
-Todo luce maravilloso -dijo tomando su mano para besarla.
-Es un placer compartir este rincón contigo -respondió Shouto con una mirada cargada de cariño-. Vamos, disfrutemos de este momento juntos.
Lo guío al mantel, abrazándolo por la cintura. Pasarían la tarde sumergidos en la naturaleza y en el amor que se profesaban.
-Esto es muy hermoso- comento Izuku-Me encanta-
-Me alegra que te guste -respondió Shouto con una sonrisa sincera-. Quería crear un espacio especial solo para los dos.
Tomados de la mano, disfrutaron de la comida preparada mientras conversaban de todo y nada. Shouto se deleitaba observando cada expresión y gesto de Izuku, embelesado.
-Me hace muy feliz verte tan contento -dijo Shouto acariciando su mejilla con ternura-. Eres lo mejor que me ha pasado.
Recostó a Izuku sobre el mantel suavemente y se tumbo a su lado, apoyado en un codo para admirarlo. Sus ojos verdes parecían aún más brillantes bajo el follaje y el firmamento.
-Eres tan hermoso...-susurró deslizando los dedos por su cabello-. Me siento afortunado de poder llamarte mío.
Inclinó el rostro hasta rozar sus labios con suavidad, en un beso cargado de amor y promesas. Quería entregarle todo el consuelo posible antes de la llegada de su celo.
-Haré cualquier cosa para verte feliz -murmuró contra su boca-. Solo dime qué necesitas y estaré allí. Confía en mí.
Rodeó su cintura con ternura, aspirando el aroma a cerezos que lo embelesaba. Nada turbaba aquel idílico momento junto a su amado Izuku.
-El agua se ve muy refrescante -comentó Izuku con una sonrisa-. ¿Nadaríamos un rato?
-Por supuesto -aceptó Shouto devolviéndole la sonrisa-. Deja que nos quitemos la ropa.
Con cuidado se despojaron de sus prendas, dejándolas dobladas sobre el mantel. Shouto no pudo evitar suspirar ante la visión del cuerpo esbelto y terso de su pareja.
Tomados de la mano se aproximaron a la orilla. El agua cristalina se veía apetecible para combatir el calor del día.
-Vamos juntos -susurró Shouto acercándolo hacia sí.
Entraron de a poco, estremeciéndose ante la frescura. Shouto rodeó a Izuku por la cintura para atraerlo hacia su pecho, repartiendo besos por su hombro.
-Nademos un rato antes de que el sol se oculte -dijo deslizando sus manos por sus brazos-. Disfrutemos de esta tranquilidad juntos.
Quería brindarle ese placer inocente antes de enfrentar los desafíos que se avecinaban. Haría memorable aquel momento en ese paraíso solo de los dos.
-Me parece perfecto -concordó Izuku sonriendo con timidez.
Se dejó envolver por los brazos de Shouto, maravillado como siempre por la calidez que le transmitía. Pese al frescor del agua, el contacto de su piel hacía que aparecieran pequeñas llamas en su vientre.

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◌Remonpai◌
FanfictionUn reino en donde solamente los Alfas tienen permitido ser caballeros, pero un joven Omega se niega a ello y entrena duro para intenar el volverse un caballero Un dia como cualquier otro estava ayudando a su madre en la reposteria, preparando el pe...