La visita de un nuevo amigo

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Despierto asustada, mi respiración exagerada vuelve a estar en orden luego de observar a mi alrededor y percatarme que todo fue un sueño...

Estoy bajo las sábanas, sobre el suave colchón de mi cama. Tomo una respiración de alivio.

La pesadilla resuena en mi memoria, ojalá poder recordar cada detalle, pero solo una imagen aparecía en los salones de mi mente.

La pesadilla resuena en mi memoria, ojalá poder recordar cada detalle, pero solo una imagen aparecía en los salones de mi mente

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Por alguna razón sentía un Déjà vu...

"Dale tiempo al tiempo"

Es verdad que el bullicio de tu mente cesa un poco, sin embargo la incertidumbre jamás desaparece. Solo la obvias en ratos de ocupación, pero reapareciendo en las noches cuando solo escuchas tu respiración, pero sientes el exhalo de lo desconocido en la nuca.

Varias noches en penumbra, buscando una respuesta.

Y aquí estaba, en mi cuarto, donde las sombras danzaban con la luz de la luna filtrándose por las cortinas entreabiertas. Los muebles, apenas visibles, parecían testigos silenciosos de mis miedos.

La mesita de noche, con su lámpara apagada. Encima, un reloj digital marcaba la una de la madrugada, sus números rojos brillando en la oscuridad como pequeños ojos observándome. A su lado, un vaso de agua medio vacío y mi celular el cual se encontraba cargando.

El espejo, grande y ovalado, colgaba en la pared opuesta a la cama. Reflejaba mi figura inquieta, apenas una sombra en la penumbra.

Las paredes del cuarto estaban pintadas de un color claro, pero en la oscuridad se tornaban grises y desvaídas. Varias estanterías llenas de libros y objetos decorativos se alineaban a lo largo de una de las paredes. Los lomos de los libros, de diferentes tamaños y colores, apenas se distinguían.

Nunca le había temido a la oscuridad, aunque siempre me preguntaba lo que podía haber detrás de lo desconocido.

No quería estar sola, y aunque tratase de dormir sé que no volvería a conciliar el sueño.

Me siento a orillas de la cama. La luna en su última fase antes de ser luna llena, se refleja en el gran ventanal de mi balcón, aunque algunas nubes cubren el hermoso satélite. Parece que lloverá. Pensé.

Clavó mis ojos en la pantalla brillante de mi celular. Paso algunos post en instagram. Cierro la aplicación. Abro whatsapp, dirigiéndome al contacto de Maya.

Yo: Oompa Loompa, ¿Estás?

Maya: ¿Qué haces despierta? A dormir, anciana.

Una sonrisa se asoma en mi rostro. —Esta mocosa— dije entre dientes.

Leo su segundo mensaje.

Maya: ¿Me extrañas?

Yo: Sí, no tengo a quién molestar.

Más allá de lo "normal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora