Otra vez en el mismo limbo de preguntas. Otra vez juzgando a la realidad y esta vez con pruebas.
—Supongo que es lo único que puedes decir.
Levanto al regordete animal en brazos.
— Tienes unos ojos muy grandes.
Él solo sonreía.
Rápidamente y con cuidado lo llevo hacia mi habitación, dejándolo sobre la cama.
—No te muevas—le ordeno.
Corro hacia la cocina para limpiar el desorden en el suelo, coloco las frutas en la canasta. Con mi vista hago un repaso rápido, percatándome de que todo esté en orden, me dirijo hacía la puerta de mi habitación.
Para mi mala suerte, Zoe sale del baño el cual se encuentra al lado de mi puerta, con una toalla que cubría su cuerpo y otra en su cabeza, parece que se ha lavado su cabello rojo.
—¿No te estás arreglando aún?—dice acomodando la toalla que cubría su cuerpo.
— Justo estaba esperando a que salieras del baño— hago una sonrisa nerviosa.
—¡Bueno!
Fue lo último que escuché antes de cerrar la puerta de mi habitación
—¡Hey, Deja eso!—dije al ver como jugaba con un suéter de lana.
Así empezó la carrera en mi habitación de yo, Skylar Miller contra una especie de hámster gigante.
Nunca pensé acabar a mis 18 años de mi vida, en una situación como esta, no puedo negar que me hacía sonreír.
Luego de ese juego de niños. Terminamos cenando ambos sobre mi cama. Yo con un sándwich de queso, y él con uvas que tomé de la canasta de la cocina. Parece que ama las frutas y descubrí que era un macho.
—Te llamaré Copito— dije mordiendo el último pedazo de sándwich que me quedaba.
—Poty
Es verdad que no sabía en lo que me estaba metiendo, pero hace un tiempo no conozco la razón de las situaciones extrañas que están aconteciendo en mi vida, probablemente copito me ayude a entender y a responder las preguntas sobre el mundo o más allá de eso.
—¿Cuál se ve mejor?—le pregunto a copito. Mientras que intercambio mis dos opciones de outfits colgados en ganchos frente al espejo, logro verlo detrás de mí sobre el colchón de mi cama. Él solo me observa con una sonrisa juguetona y con su larga cola de un lado a otro con movimientos suaves.
Me volteo hacia él.
—Tienes razón, este se ve mejor.
Por última vez le doy un repaso del conjunto ganador frente al espejo.
Llevaba un top negro sin tirantes que dejaba al descubierto una franja de mi abdomen, lo cual hacía notar mi underboob como tatuaje. La chaqueta de cuero negra que me envolvía me daba un aire audaz. La falda, corta y ajustada, también negra, se ceñía perfectamente a mis caderas. Había añadido una cadena plateada a la cintura, que caía con elegancia. Mis botas negras de tacón grueso llegaban hasta debajo de mis rodillas, añadiendo altura y una sensación de poder a cada paso que daba. En mi mano, sostenía un bolso blanco pequeño que contrastaba con el oscuro conjunto, Mi cabello caía liso y brillante, enmarcando mi rostro con naturalidad.
Zoe llamaba a mi puerta, por lo que dejo a Copito dentro de mi armario de persianas blancas, con una cobija y un plato con agua.
—Pórtate bien, ¿si? — Le acaricio su pelaje turquesa.
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Más allá de lo "normal"
FantasySkylar Miller decide mudarse a Shadinite, un lugar bastante sombrío y sobre todo extraño, para perseguir su sueño de escribir historias, sin embargo, su vida toma un giro completamente inesperado cuando conoce a Axel y su sonrisa perfecta. Dejándol...