"la vulnerabilidad nos hace ser el blanco perfecto a lo desconocido"
Un reino nacido de las sombras. Separado del yugo de Noxius hace años, por inconformidades y según, deslealtad de sangre.
De muros de piedra negra, altas torres cuyas puntas se pierden entre las nubes. Pero con un pensamiento macabro, era lo que lo diferenciaba de Noxius. Amoonfall era sin duda la piedra en el zapato de los reinos distantes. Al separarse de Noxius, el reino resultó ser un lugar de toma de decisiones precipitadas, llevándolo a ser enemigo de sus alrededores...
Las calles de Amoonfall están iluminadas por antorchas que arden con una luz mortecina, creando sombras danzantes que parecen tener vida propia. Sus edificios están adornados con gárgolas y relieves que muestran escenas de batallas y rituales oscuros, recordando constantemente a sus habitantes su legado de rebelión y disidencia.
Entre las puertas cerradas del castillo, Alexander, monarca de Amoonfall descansaba en silencio, pero su mente seguía trabajando. Cuando su rebeldía lo llevó a donde está ahora, sabía que no podía revocar sus acciones, además, tampoco él quería eso...
Desde el enorme ventanal, a lo lejos, Noxius era visible. Alexander pasaba horas observando, suena aburrido, pero ese era su entretenimiento. La imaginación de derrocarlo, de eliminar al heredero equivocado, de sangre sucia...
La puerta del salón se abre y se cierra casi al instante.
—Al fin llegas—dijo Alexander sin mirarlo.
—¿Para qué me querías?
Alexander se asombra de tal pregunta y sin más, solo sonríe con incredulidad.
—¿Crees que te fuiste de acá, porque estamos paseando? —levanta las manos, para voltearse y mirarlo con firmeza, acercándose hacia él.—han pasado unos meses y ¿qué has conseguido? —culmina
—Me dijiste que...
—¡ME DIJISTE, NADA!—se masajea la frente con los dedos—¿Es su hija o no? O ¿tampoco sabes?
—He estado a punto de asesinarla..
—Eso no me funciona ¡Quiero su maldita cabeza!—Tiró las cosas que reposaban en el escritorio.
—Necesito más tiempo.
—Ya llevamos meses en esta situación y no veo ningún resultado.
—Papá, te la traeré.
—Averigua si ella es la chica, ¿ok? Ese es el primer paso, no nos precipitemos—dice, caminando por el salón—. Adam no tiene idea de lo que ocurre, y eso es algo bueno. Así quiero que se mantenga. Solo tú—lo señala con el dedo índice—y yo debemos saberlo, como hasta ahora.
—Entendido, papá.
—Axel—coloca sus manos sobre los hombros de su hijo—no me decepciones.
***
Skylar
Ha pasado una semana desde que vi a Axel. Mentiría si dijera que no esperé su mensaje después de lo que pasó entre nosotros. Trato de no pensar en eso, pero eso solo me hace sentir más tonta.
Las sillas del Hospital De Shadinite moldeaban mi espalda ya adherida casi a ella, mientras esperaba mi turno para visitar a Tania.
Recuerdo haberla ingresado por un ataque psicótico... Pensé que se pondría bien en unos pocos días, pero el golpe en su cabeza provocó que hoy se cumpla un mes en este hospital. Según el doctor Logan, una lesión traumática puede generar este estado de coma debido al impacto que Tania tuvo ese día. Dice que despertará en cualquier momento, pero a veces me pregunto si en realidad lo hará... La madre de Tania, Lara siempre me mantiene pendiente de las cosas que involucren a Tania, se ve que la ama mucho.
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Más allá de lo "normal"
FantasySkylar Miller decide mudarse a Shadinite, un lugar bastante sombrío y sobre todo extraño, para perseguir su sueño de escribir historias, sin embargo, su vida toma un giro completamente inesperado cuando conoce a Axel y su sonrisa perfecta. Dejándol...