Gotas de lluvia

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Como de costumbre mi cuerpo pide ser productivo, despertándome un Domingo a las 8:00 A.M. Es verdad que no he dormido mucho, sin embargo tengo el superpoder de dormir poco y no sentirme cansada, la verdad no puedo quejarme, ayer fue un día lleno de descubrimientos, y sin duda interesantes...

Copito dormía plácidamente a mi lado, me resulta graciosa la forma en la que ronca. Lo dejo dormir.

Me siento en la orilla de la cama con una leve jaqueca. Observo el celular en la mesita de noche. Solo habían unos cuantos mensajes. Uno de ellos era Steve. Al parecer dejó a Zoe en casa. Le agradezco. Apago la pantalla de mi celular. Observo a copito una vez más, provocando una sonrisa en mí. Me dirijo hacia la habitación de Zoe. La puerta estaba entreabierta, mi mejor amiga dormía en una posición que probablemente al despertar le dolería el cuerpo.

Sonrío.

Me tomo dos ibuprofenos para cesar el dolor de cabeza.

Con el paso de una horas había limpiado el desastre de nuestro departamento, con el volumen a medias en la pequeña bocina, para evitar despertar a Zoe. El olor a quesadillas con huevos revueltos impregnaba la cocina. Al terminar de hacer el desayuno, me dirijo hacia la habitación. Un bulto se movía debajo de las sábanas sobre mi cama.

—Tengo un poco de fruta esperándote en la cocina—dije tumbada en el marco de la puerta.

—¡Poty, Poty!—dijo, aún bajo las sábanas.

Voy hacia él, quitando las sábanas que lo cubrían, para luego tomarlo en mis brazos.

—¡Qué bonito eres!—le digo con voz diminuta, mientras le acaricio la panza.

Ya estando en el pasillo con el animal en brazos. Zoe aparece con los cabellos desordenados y un suéter XL que sinceramente no recordaba que tenía.

Mi cuerpo queda inmóvil, como una estatua.

Los ojos grandes de copito se plasman en ella.

Zoe, se rasca sus cabellos enmarañados, mientras bosteza.

—¿Sigo borracha?—dijo al ver al pequeño animal en mis brazos.

—Como te explico...

***

—Ok, a ver si entendí, me estás diciendo que el "paty", se pudo haber ingresado a tu bolsa, mientras estabas en el bosque, porque escuchaste unos disparos y tú gran idea fue buscarlo, encontrándote con un chico extraño que resulta ser Axel, el chico del bosque de hace semanas y que al final no era un puto matón, porqué te defendió de un posible violador.

—Sí... —Asiento lentamente con la cabeza.

Es verdad que aún no le comentaba sobre mis visiones extrañas, pero no me voy a exagerar en información hasta que esté completamente segura de lo que me ocurre.

—Esto es demasiada información después de todo lo que pasó anoche—Dice en frustración, con los codos adheridos a la mesa del comedor.

Le acaricio su cabello rojo, como consolación.

— Perdóname por no comentarlo antes.

Ella se voltea hacia mí— No seas tonta, Te agradezco que tengas la confianza suficiente para decirme esto a mí, en especial lo del paty— Lo observamos mientras comía un tarrón con frutas en el suelo.

—Poty—Dije.

—Sí, eso.

***

— Tyler al final se quedó a dormir ese día con Joseph

Más allá de lo "normal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora