Perdición en tus ojos

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Axel

— ¿Ya te vas?—dice Megan a mis espaldas, mientras me abotono la camisa.

Otro día en Shadinite que no sale el sol. Me encanta que es casi igual a mi hogar, es por eso que no se me hizo difícil acoplarme cuando me mudé aquí.

La observo, está envuelta en las sábanas blancas de su habitación, color rosa pálido, a un lado está la mesita de noche algo desordenada, con su lámpara y una caja de condones vacía sobre ella. Su cabello rojo algo despeinado de anoche. Me mira como si rogara que me quedara durmiendo con ella; pero desde un inicio en el que empezó esta aventura, le comentaba que mi vida no podría ser comprendida por ella, ella accedió, es por eso que lo casual se nos da bien.

—Así es—La observo con mayor detenimiento.

Se cubre los pechos, pero no lo suficiente para que pueda verlos. Me encanta ese lunar que tiene plasmado en el lado derecho...

Ella se levanta, aún sosteniendo la sábana que cubre su cuerpo, y con ello sus curvas.

—¿No vas a extrañarme?—Utiliza ese jugueteo con su voz.

Curvo mi sonrisa.

La tomo de la nuca para luego plasmar un beso en sus finos labios rosas, cuando las cosas empezaban a intensificarse nuevamente, ella se apartó con un suspiro, dándome la espalda. Su piel desnuda se tensó ligeramente al girarse, revelando el delicado bronceado que las tiras de su bikini habían dejado marcado en su espalda, Eso la hacía ver aún más irresistible bajo la suave luz de la habitación.

—Suerte, Axel.—Voltea a mirarme con una sonrisa suave.

Le sonrío, para entonces cerrar la puerta de su habitación.

He estado ocupado estos días, mejor dicho procrastinando... Eso encierra el hacer ejercicio como loco, teniendo encuentros nocturnos con Megan, y pensando en cómo atrapar a mi presa de ojos raros...

Creí tener el control, es verdad que las dos veces que he tenido la oportunidad de estar solo con ella, pude terminar la misión por la que estoy aquí, pero papá tiene razón, debo averiguar si en realidad es ella, antes que todo. No hay que dejar clavos sueltos. No podemos ser el hazme reír de Noxius otra vez...

Pero, no sé porqué me cuesta lograr averiguar lo que piensa, lo que hará.

Pecosa, estás poniendo esto más difícil de lo que pensaba.

Mis pensamientos cesan, pero vuelven a disparar en distintas direcciones, cuando veo la notificación de la desaparición de dos personas en la pantalla de mi celular. ¿Por qué? No sé, pero no debería ser problema mío.

Skylar

Camino por el largo pasillo de la Universidad, buscando el Salón B-16

Voy unos cinco minutos tarde, el bus se retrasó, para mi suerte.

Me integré en un club de lectura. Quizás así pueda terminar mi libro más rápido, y pueda llegar a pensar sin tanto murmullo oscuro en mi mente. Pienso que mente ocupada es mejor que pensar en el laberinto sin salida de mi cerebro y así evito la realidad un rato, creo.

Uso un vestido un poco más arriba de las rodillas. La parte superior, adornada con encaje blanco. El corsé ajustado realza mi cintura, marcando una silueta definida, mientras la falda de doble capa cae con gracia, creando un suave movimiento con cada paso que doy.

Mi cabello ondulado está algo alborotado, pero casi siempre lo llevo así.

Veo a través de la pequeña ventana de la puerta del aula a Milly, la cual es la líder de este club de lectura, ella es dos años mayor en esta carrera, así que podría orientarnos a lo que estaría por venir.

Más allá de lo "normal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora