Está conmigo

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Dicen que los cuentos de hadas no existen, que solo han sido creados para las almas más inocentes, como distractor a la realidad que un adulto vive, después de abandonar la niñez.

Quería seguir creyendo eso hasta ahora.

Bienvenida a tu pesadilla. El mundo real.

Luego de presenciar como ese salto de aquella chica le abría paso libre a la parca. Mi vista desapareció como un rayo al impactar la tierra.

La luz de la mañana se intercala, desbordándose por las cortinas.

La pesadez de mi cuerpo me impedía abandonar mi cama.

Hasta que los engranajes de mi mente se ordenan. Haciéndome levantar de un salto.

Y empezaron los flashback...

Podía jurar que eran constantes. Uno tras otro, sin parar.

Sostenía con fuerza mi rostro, pasando mis manos sobre mi melena. La desesperación me consumía, junto con la maldita cefalea que me provocaba eso.

Mi instinto dice que corra al lavabo y así lo hice, solo empapé mi rostro en el vital líquido, con la esperanza de césar esto. Deslizo mi espalda en la pared de losas grisáceas del baño. Ya sentada, rodeo mis rodillas con mis brazos, arqueando mi cuello entre mi pecho y mis piernas. Mientras las gotas de agua bajan por mi cigomático hasta desaparecer en mi mandíbula, trato de calmar mis pensamientos, pero las incógnitas eran necesarias

¿Cómo llegué a casa? ¿Quiénes eran aquellas chicas? ¿Qué problema podría tener para querer terminar con su vida? ¿Es esto una pesadilla?

Miles de preguntas, ninguna sola respuesta.

—¿Qué está pasándome?

***

— Esto de tener tantas horas libres en la universidad no me gusta— Dice Steve cerrando la puerta de su casillero.

— Somos dos— dije mientras caminaba a su lado.

Observó su cabello rizado con mechones rojizos, que hacen juego con su piel morena.

—Hoy tus rizos están lindos.

— Estoy usando una crema nueva que vi en TikTok.

Steve y yo nos conocimos en la universidad, ambos cursamos literatura, por lo que sufrimos al mismo tiempo con las tareas del profesor Lenny. Y pensar que cuando lo conocí, tenía toda la pinta de ser el típico chico que te lanza un "de hecho" en cualquier momento, gracioso, porqué su miopía es tan avanzada, que un día sus lentes cayeron de un segundo piso de una fiesta, él insiste en que fue mi culpa, pero juro que solo bailaba...

Entonces, como disculpa tuve que leerle todas las diapositivas que presentaron en un congreso que por casualidad hubo, hasta que repararan sus anteojos

Hemos vivido tantas aventuras en este lapso universitario, que espero contarles a nuestros descendientes en algún momento, si es que tenemos, claro.

Nuestra amistad se forjó más, al percatarnos que ambos terminamos trabajando en Midnight Snack.

Pasamos las horas restantes en una cafetería cercana a la universidad, poniéndonos al día de lo acontecido.

Sweet Coffe. Alcanzo a leer en un letrero grabado en madera. Mientras le doy un sorbo a mi café frío.

—Ayer fue un día extraño...

—Ni que lo digas, ahora todos me dirán que hablo con una loca.— bromea, mientras bebe de su frappé de chocolate.

Volteo mis ojos, al escuchar su comentario.

Más allá de lo "normal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora