CAPÍTULO 1

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Me llamo Lucerys, aunque me dicen Luke; apellido, Velaryon. Tenía 14 años cuando fui asesinado el 6 de diciembre de 1973.

...

Cada nuevo día traía consigo un nuevo desayuno, y a Luke le encantaba ese momento del día. Era la hora en la que todos se reunían para conversar entre risas y disfrutar de postres dulces. A pesar de que a los demás les gustaban los desayunos salados, a Lucerys le apasionaba lo dulce.

«Porque son tan dulces como él», respondía su padre Daemon cuando alguien preguntaba por qué su dulce niño prefería los postres dulces, como el pastel de limón que su madre solía preparar, antes que cualquier otra cosa.

Lucerys Velaryon, conocido como "el niño de papi", era indudablemente un niño consentido. Siempre rodeado de las personas que amaba en una gran casa de tonos grises y blancos. Sin embargo, ese día la casa parecía un tanto desolada. Su hermano mayor, Jacaerys, se encontraba al otro lado de la ciudad participando en un torneo de esgrima, y su madre estaba a semanas de dar a luz.

Cuando entró a la cocina, se encontró con su padre. Este le dedicó una amplia sonrisa y cariñosamente le dijo: «Buenos días, cachorro», a lo que Lucerys respondió con un beso en su mejilla.

¿Mamá no desayunará aquí? le preguntó.

No, lo hará en su habitación. Por cierto, no podré llevarte ni traerte de la escuela hoy. Tengo que llevar a tu madre a una última revisión antes del nacimiento de tu hermana y debo estar aquí para recibir a los abuelos por la tarde. explicó.

No te preocupes, papi. Puedo ir solo. Tomare un atajo.

La verdad era que nunca en su vida había ido solo a ningún lugar. De niño siempre iba acompañado de su madre o padre, y cuando Jacaerys creció y se convirtió en Alfa, también lo tenía pegado a él como una garrapata. En resumen, siempre tendría un guardaespaldas dondequiera que fuese.

No, prefiero que te quedes.

Pero tengo un trabajo importante de arte que entregar. Si a la profesora le gusta, lo pondrán en la muestra de arte.

Finalmente, Daemon aceptó.

Adiós, Joffrey. dijo el pequeño niño.

Adiós, Luke.

Adiós, papi. se aproximó a Daemon para besar su mejilla y despedirse.

Espera. dijo levantándose de su silla y rodeando con sus brazos el cuerpo de Luke.

¿Qué estás haciendo? entre leves risas, frotó su rostro contra el pecho de su padre en busca de más contacto.

Te marco con mi olor. No quiero que te pase nada.

No me va a pasar nada.

«Ojalá hubiera sido así»

Papá, te amo mucho, ¿sabes?

Lo sé, cachorro. Yo también te amo. Eres lo más preciado que tengo, pero no se lo digas a tu madre.

Después de la emotiva despedida, Lucerys salió con un gorro de lana colorido cubriendo sus rizos oscuros, sin sospechar que esa sería la última conversación con su padre.

...

La confianza y cierta arrogancia que caracterizaban a Lucerys le aseguraban que su dibujo de un dragón captaría la atención de la profesora, y no se equivocó.

La profesora de Arte, la señorita Black, quedó fascinada por su obra y le comunicó que sería exhibida en la próxima exposición de Arte. Lamentablemente, Lucerys no estaría presente para presenciarlo.

Al concluir la jornada escolar y mientras organizaba algunos cuadernos en su casillero, ella apareció. Rhaena era su hermanastra, quien residía con su madre a una considerable distancia de la casa de los Targaryen. Los fines de semana, Rhaena y Baela su hermana gemela , visitaban la casa para pasar tiempo con su padre, Daemon. A pesar de haber crecido juntos como hermanos, pertenecen a familias poderosas y es bien conocido las relaciones tan particulares que pueden mantener entre familiares.

Fue alrededor de sus doce años cuando un sentimiento más allá de lo fraternal comenzó a surgir en él cada vez que la veía, sin ser consciente de que ella experimentaba lo mismo.

¡Hola, Luke! Vi tu dibujo, es increíble. expresó Rhaena.

Oh, sí. Gracias. Me alegra que te haya gustado. Nos veremos esta noche en la cena familiar, ¿verdad? respondió Lucerys.

Por supuesto, allí estaré. Oye, Luke, estaba pensando... ¿tienes tiempo el sábado? Me encantaría que saliéramos, solo si quieres. dijo Rhaena con evidente nerviosismo, reflejando la ansiedad que sentía Luke al escucharla.

Jace no vendrá todavía, pero podríamos ir con Ba...

Luke, espera un momento. Quiero salir contigo a solas, como una cita. interrumpió Rhaena.

Claro, sí... me encantaría. balbuceó Lucerys sonrojado, enterneciendo a Rhaena.

Eres precioso, Lucerys Velaryon. expresó ella admirando el delicado rostro del Omega.

Justo cuando estaban a punto de unir sus labios en un beso ansiado, el director los interrumpió.

"El sábado a las 8pm en el balcón del centro comercial".

Ese fue el día en el que quedaron para salir, pero cuando llegó, Lucerys ya no estaba con ellos.

...

Ese dia, el 6 de diciembre, decidio tomar un atajo para ir a la escuela, asi que paso por el campo de trigos. Quizo hacer lo mismo para regresar a su casa. Camino sonrojado todo el camino, pensando en que ropa se pondria para salir con Rhaena y en si ella lo besaria. Se preguntaba como deberia besarla, nunca antes habia besado a alguien, a pesar de tener pretendientes.

Sobrino.

Lucerys se sobresalto en su lugar al oir la voz. Cuando vio detras, se encontro con la persona menos conveniente.

Tio Aemond. Hola. saludo cortezmente, aunque el temblor de sus piernas delataba su nerviosismo.

Hola, hace mucho que no te veo. Haz crecido. analizo el pequeño cuerpo de su sobrino de arriba a abajo con una mirada tan rara que envio escalofrios al Omega.

Si, ha pasado tiempo.

Vine a visitar a un amigo, pero quizas vaya a la cena familiar. contó, a lo que Lucerys asintio levemente.

Ya debo irme.

Oh, pero ¿por que tan rapido? Dime, acaso, ¿huyes de mi?

No, yo no.... yo no haria eso. dijo, aunque la realidad era muy diferente.

Pues, que bueno porque compre una caravana.

¿En serio? su curiosidad lo traiciono.

Sí, he decidido que quiero recorrer el pais. ¿Te gustaria verla?

Y asi fue como, por un desliz, Lucerys lo siguio.

...

¡Hola a todos! Soy Brisa, la autora de esta historia que hoy tienen frente a ustedes. Estoy emocionada de compartir esta hermosamente triste historia con ustedes.
¡Espero que disfruten del viaje tanto como yo disfruté escribiéndolo!

Desde mi cielo - Lucerys VelaryonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora