𝟏𝟔 𝐋𝐚𝐩

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If you think I'm pretty, lay your hands on me

Know you can't stop thinkin' 'bout it

I know that you're shitty and you're bad for me

But I can't stop thinkin' 'bout it

Los días de descanso habían llegado a su fin, y Madeline Zomer se encontraba en el aeropuerto de París, lista para abordar su vuelo hacia el Reino Unido

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Los días de descanso habían llegado a su fin, y Madeline Zomer se encontraba en el aeropuerto de París, lista para abordar su vuelo hacia el Reino Unido. El ajetreo de las vacaciones familiares en Francia había sido un soplo de aire fresco, pero ahora estaba ansiosa por retomar su papel como fotógrafa de McLaren, específicamente de Oscar. Su próxima tarea era una sesión de fotos especial para los pilotos de F1, y su mente se llenaba de ideas creativas para capturar la esencia del equipo y, en particular, de Oscar Piastri.

La mañana en Woking estaba clara y soleada cuando la pelirroja llegó a las instalaciones de McLaren. La arquitectura moderna y elegante de la sede la impresionó de inmediato. Mientras caminaba por los pasillos, saludaba a los empleados con una sonrisa brillante, notando la energía vibrante que emanaba de todos los rincones.

Finalmente, al llegar a la entrada del área designada para la sesión de fotos, la española se encontró con Coral,  quien la recibió con un cálido abrazo.

—¡Maddie! —exclamó Coral, devolviéndole el abrazo—. ¡Cuánto te he extrañado!— expresa sin dejar de extenderle una tierna sonrisa. 

—¡Coral! Yo también te he extrañado mucho —respondió Madeline, su rostro iluminándose de alegría—. ¿Cómo has estado?— le pregunta a pesar de ponerse al día por mensajes. La francesa sonrió, guiándola por el pasillo hacia el estudio.

—Estoy bien, aunque las cosas han estado un tanto tensas en mi vida, lo normal. —hizo una pausa y la miró con una sonrisa juguetona—. Además, no sabes cuánto Oscar te extrañó, eh—le informa con una mirada pícara.  Madeline soltó una risita, pero antes de que pudiera responder, una voz familiar la hizo voltear.

—Hola, linda. Cuánto tiempo sin verte. —La voz de Oscar, suave y animada, llenó el espacio.

El piloto australiano, con su característico cabello rubio desordenado y una sonrisa encantadora, se acercaba a ellas, terminando de beber un poco de jugo. La catalana sintió una oleada de felicidad al verlo y corrió un poco hacia él, lanzándose en un abrazo.

—¡Oscar! —exclamó, rodeándolo con sus brazos.

Oscar la abrazó con fuerza, su mano acariciando su espalda mientras la miraba con ojos brillantes. Luego, sin perder la sonrisa, le dio un beso en la mejilla.

—Te ves aún más guapa que la última vez.— le susurró en el oído. Madeline, con una risa suave, le dejó un beso en la comisura de los labios.

—¿Estás más alto, no? —bromeó, mirándolo a los ojos.

The Prophecy┃Oscar Piastri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora