always been you | eli moskowitz (hawk)

eighteen - glory of love

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eighteen
glory of love

Si Isabella Bobellon hiciera una lista de sus cosas favoritas, sin duda lo que iría primero sería levantarse entre los brazos de Eli tras pasar la noche juntos.

Así que, cuando abrió los ojos la mañana del miércoles, no logró ocultar una sonrisa al encontrarse con el pecho desnudo de su novio.  Su cuerpo, tan solo cubierto con una camiseta del chico, se apretó más a él. Inhaló su aroma corporal, mientras apoyaba su cabeza a la altura del corazón del muchacho. Escuchar aquel órgano latir, y a sus pulmones trabajar, era música y paz.

Al sentir el abrazo de la rubia, los ojos de Moskowitz se abrieron con lentitud, acostumbrándose a la iluminación de la habitación. Sonrió enormemente al verla, abrazándolo con fuerza y comenzó a dejar varios besos en la cabeza de la chica.

Aquello la hizo reír y aumentar el agarre del abrazo. Luego, juntaron sus labios en un beso que les sacó más sonrisas. Eli tomó el cuello de la chica, intensificando el contacto. Ella se dio media vuelta, gateando hasta sentarse en el regazo del chico, quien ya había apoyado su espalda en la cabecera.

Las manos de Hawk bajaron del cuello de Bella, pasando por su cintura hasta su trasero, masajeando y toqueteando cada centímetro de piel que podía. Al sentir el apretón de su novio, la chica movió sus caderas por instinto, frotando su intimidad descubierta contra el boxer del chico, logrando que suelte un jadeo.

Contenta por la reacción del cuerpo de Eli, Isabella continuó meneando sus caderas contra las de él, bajando sus besos por la mandíbula del chico y mordiendo la piel de su cuello. Sonrió satisfecha cuando dejó una marca casi al final de este, sin dejar de menear su cuerpo.

—Te gusta marcarme, ¿eh?— provocó Hawk, metiendo su mano derecha por dentro de la camiseta que su novia portaba y apretando uno de sus senos, haciéndola jadear.— Mira cómo jadeas con tan solo un toque.

—¿Me vas a follar o no?

La pregunta fue el detonante del oscurecimiento de los ojos de Eli, quien golpeó sus labios contra los de Isabella en un fogoso beso, que casi la dejó sin aire. La hizo alzarse ligeramente para que pudiera quitarse su boxer y aventarlo por la cama.

—Te quiero callada, mi amor— ordenó el chico, acomodando su erecto miembro en la entrada de su novia.— Mis padres están abajo.

—Creo que va a ser más complicado que tú te mantengas callado, cariño.

Sin darle el espacio para contestar, Bella ingresó todo el miembro de su novio dentro de ella de un sentón, apretando la boca para no dejar escapar ni un sonido, mientras que Eli no se contuvo en soltar un gemido.

—Dios, nena— jadeó, contra el cuello de su novia.

La habitación se llenó del sonido de sus cuerpos chocando, de sus respiraciones pesadas y de pequeños jadeos. Isabella era quien mantenía el ritmo, pero al pasar un par de minutos, Hawk tomó del trasero a la chica y comenzó a guiar sus movimientos.

—Joder— masculló ella, sintiendo como Eli mordía la piel de su cuello.

Isabella encarnó sus uñas en la espalda del chico, cuando los movimientos aumentaron. Junto a estos, sus respiraciones. Se mordió el labio, procurando no dejar escapar ni un gemido, aunque parecía ser imposible.