Capitulo Ocho.---Christmas Eve

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Karaoke System.

El sistema de karaoke, con sus luces brillantes, capturaba la atención de muchos. Akihiro sonrió al recordar los buenos momentos que había pasado allí, así como aquellos momentos embarazosos que siempre le sacaban una risa.

Los tres chicos seguían a Kisaki y Hanma en silencio mientras entraban al club. A medida que avanzaban, observaban cómo estudiantes de secundaria, preparatoria y algún que otro adulto ingresaban a las cabinas para pasar tiempo con sus amigos.

—¿Es seguro estar aquí? —preguntó el rubio cenizo en un susurro.

—Es seguro. Hay suficiente gente como para hacer un alboroto —respondió el pelinegro, observando detenidamente a las personas a su alrededor. Sin embargo, no todos los presentes parecían estar disfrutando del karaoke. Algunos miraban con nostalgia las pantallas mientras otros simplemente charlaban entre risas y sorbos de bebidas.

A medida que avanzaban hacia su propia cabina, el sonido de las voces y la música comenzó a envolverlos, creando una atmósfera diferente. Todos se sentaron a su alrededor y pusieron atención al tipo frente a ellos.

—Te asegurarás de que no se enteren, ¿verdad? —El chico temblaba sin que los demás lo notaran—. Si se enteran, me matarán.

Akihiro fue el único que notó su nerviosismo. Luego, dirigió su mirada hacia Kisaki, quien mantenía una calma impresionante.

—Tranquilo, no pasa nada —el moreno dio una sonrisa cálida, una que le dio escalofríos al rubio—. Nadie aquí te va a delatar.

El informante tragó en seco, miró con atención a los demás, pero no encontró ningún titubeo en ellos, así que decidió confiar.

—¿Tienes lo que te pedí? —Kisaki fue directo al grano.

—Sí. ¿Sobre los movimientos del jefe, no?

—¿Los movimientos de Taiju? —preguntó Chifuyu mirando al de blanco.

—Sí, si vamos a enfrentarnos a Black Dragon, debemos conocer a Taiju, ya que Akihiro Kinomoto no sabe casi nada sobre él. No nos queda otra opción que investigar por nuestra cuenta —respondió Kisaki, y Chifuyu le echó un vistazo rápido a Akihiro.

—Sí, bueno... —respondió Akihiro sin interés, sacando un dulce de su bolso.

—Bueno, ¿qué hace Taiju en un día normal? —La voz de Kisaki volvió a destacarse—. ¿Qué? —preguntó al ver que Takemichi lo miraba confundido.

—¿Para qué nos sirve saber sobre su rutina?

—Si sabemos lo que hace siempre, sabremos a qué nos enfrentamos. Las acciones de las personas siempre hablan por ellos, lo que nos da ventaja —explicó Akihiro mientras miraba su celular distraídamente—. Bueno, debes ser inteligente para analizarlos bien y evitar sorpresas desagradables.

—Ya entiendo... —dijo el rubio.

—Soy el recadero del jefe, así que sé todo lo que hace —admitió.

—Primero el jefe... —intentó hablar, pero fue interrumpido.

—Shh —Akihiro interrumpió la conversación—. Alguien viene.

En ese momento, todos lo miraron extrañados. Sin embargo, la puerta se abrió dejando ver a un invitado no deseado, especialmente para el infiltrado.

—Qué habitación tan desagradable —entró un joven de cabello negro con un estilo deathhawk, con líneas rapadas en la parte izquierda de su cabeza y cabello largo en la parte derecha—. Huele a rata.

Mi querido Mikey - Segunda Temporada Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora