Capítulo 20

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-Preciosa. -Amairani observó a su hermana con una sonrisa- Esta noche triunfarás.

-Deja de decir tonterías. -Abril acarició su vestido despacio- Solo es una fiesta de compañeros.

-No hermanita. -Amairani negó con la cabeza- Será una fiesta en la que la nueva escritora famosa se dara a conocer, Y lo sabes.

-No me pongas nerviosa. -Abril tomó el pequeño bolso y después miro a su hermana entrecerrando los ojos- Y nada de dejar a Samantha como niñera.

-La otra vez no te molesto. -Amairani sonrió burlona- Reconoce que esa mujer te tiene loquita.

El claxón de un coche sonó fuera y ella supo que ya estaba alli su vehiculo, Adam le había dicho que un chofer la recogería. Hecho una última mirada de advertencia a su hermana y salió de su casa, ante ella se encontraba un precioso mercedes negro, un hombre vestido de uniforme la esperaba con la puerta trasera abierta. Vaya, eso si que era elegante.

-Buenas noches señora -él la saludó mientras la observaba entrar.

-Buenas noches. -Abril asintió y subió al asiento.

El trayecto transcurrió tranquilo, incluso se relajo. Una música lenta sonaba de fondo y se tomó su tiempo observando por la ventana. Esa noche había decidido evadir todo, olvidar la preocupación que la estaba comiendo por dentro. Mañana sería otro día y entonces tendría que enfrentar a Juan y sus abogados en una vista previa.

De repente el auto se paró, reaccionó al notar como el aire exterior la golpeaba, su puerta estaba abierta. Entonces una voces llegaron hasta ella, penso por un instante que era su imaginación, pero nada más que poner un pie bajo el coche pudo ver que no se equivocaba.

-¡Señorita Garza! -una periodista corrió hacía ella.

-¡¿Una pregunta señorita?! -otro se acercó por el otro lado.

-¡¿Se propondria sacar un libro del Rincón de la mujer?! -otro salió de la nada.

Unos guardias de seguridad apartaron a la gente para que Abril pudiera entrar al hotel, junto a la puerta de este se encontraban algunas mujeres, pidiendo un autógrafo y ella se detuvo momentáneamente para darselos. Después siguió su camino, entro por las puertas giratorias del hotel, atraveso la dirección y se dirigio al salón del fondo donde estaba prevista la velada.

Desde antes de entrar al lugar pudo oír la suave musica, también los murmullos de la gente y alguna que otra risa. Entró mirando a su alrededor y sonrió a algunos de sus compañeros, en cuanto localizó a Adam se acerco a él.

-Buenas noches. -miró a su jefe y a la esposa de este con una sonrisa.

-Y aquí esta mi estrella. -Adam le sonrió.

-Abril, estas preciosa. -la esposa de el se acerco a darle dos besos.

-Gracias Liz, tu también te ves muy elegante. -le sonrío con cariño.

-Abril. -Eva se paró ante ellos y la miró con cariño- Te ves hermosa.

-Y dejamos los halagos de mujeres para otro momento porque me llevo a la escritora más famosa del momento para presentarle a varias personas. -con una sonrisa Adam le tendió el brazo y riendo ella lo tomó, juntos se alejaron de las dos mujeres que ya habían comenzado a hablar de otro tema.

-¿No puedo escapar? -Abril lo miro de reojo.

-No. -él señaló con la cabeza a un hombre- Ese es Alessandro Dellisola, es editor y esta interesado en patrocinar un libro tuyo.

-¿Un libro? -Abril paro de caminar- Para un momento, yo he escrito varios artículos, no podría con un libro.

-Piénsalo al menos. -él tiró de ella- No pierdes nada con escucharlo.

Una Novia Para Mamá | Rivari ° G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora