Capítulo 22

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El coche estaba en completo silencio, ni siquiera se atrevía a mirar por el espejo retrovisor para ver a sus hijos. Sabía que ellos no querian estar con su padre y ella no quería alejarse de ellos.

-Ya hemos llegado. -miro atraves del cristal la que habia sido su casa

-¿Por qué tenemos que quedarnos con papá? -Thiago la miro molesto.

-Cariño, porque su padre también quiere estar con ustedes. -Abril lo miró con tristeza.

-Eso es mentira. -Nathan se cruzó de brazo- La otra vez solo lo vimos dos veces.

-No se pongan así, solo serán unos dias. -Abril suspiro- El domingo tienen un partido por la mañana así que tendrá que llevarlos. Después vendrán conmigo a casa y haremos una gran barbacoa ¿De verdad? -Thiago sonrió ilusionado.

-Claro, estara la tía, Germán, Lenay, Rocio, sus hijos. -Abril sonrio levemente- Incluso le dire a su tía Lidia y a Tyler.

-¿Y Sam? -Nathan frunció el ceño.

-Claro. -ella miró a su hijo con ternura- Sam no puede faltar.

Unos leves golpes en la puerta la sobresaltaron, Juan estaba fuera, acompañado por la niñera. Abril abrió su puerta y después se dirigió a la parte trasera para sacar a Matteo, la niñera se dio prisa en tomarlo, Juan abrió la otra puerta trasera y espero a que sus hijos mayores bajaran del coche.

-Tienen el partido el domingo a las once. -Abril lo miró a lo ojos- No lo olvides.

-No lo haré. -sonrió- Y me quedaré a verlos.

-¿Te han absorbido los marcianos? -Abril se acercó a Matteo y le dió un beso en la frente- Se bueno cariño. -después miro a sus otros hijos- Vigilen a su hermano y portense bien.

-Si mamá. -Thiago asintió como todo un hombrecito.

-¿Dónde vives ahora? -Juan preguntó serio.

-¿Y a ti que te importa? -Abril fruncio el ceño.

-Tengo derecho a saber donde estan mis hijos. -el apretó la mandibula- Y si estan bien cuidados

-Ja, no me hagas reír ¿Quieres? -camino hacia el coche y abrio la puerta -Nos veremos el domingo.

Subió a su coche y se dió prisa en salir de alli, no pudo evitar que algunas lágrimas abandonaran sus ojos. No quería alejarse de sus hijos y menos si los dejaba con Juan, pero no podía hacer nada para impedirlo. Cuando llegó a su casa aparco el coche en el garaje y después comenzó a caminar por su calle. Aún era temprano para ir a la casa de Samantha, pero la verdad es que no se veía con fuerzas de estar en su casa ella sola.

Como siempre se maravillo al ver la casa de Samantha mientras se acercaba, subió las escaleras del porche despacio y después toco el timbre. La puerta se abrió a los pocos minutos y Samantha le sonrió.

-¿Estas bien? -frunció ceño.

-No. -Abril dió un paso adelante y se abrazó a ella, rodeando con los brazos su cintura

-Ya está. -Samantha acaricio su cabello con una mano mientras con la otra la abrazaba- Pronto estaran de vuelta.

-Lo sé. -Abril se alejó un poco de ella y la miro a los ojos- Llegue temprano.

-Mejor. -Samantha sonrió y le dió un leve beso en los labios- Podemos cocinar juntas.

-Soy tu invitada ¿y vas a ponerme a cocinar? -Abril sonrió y la observó cerrar la puerta. Por un momento se sintio incomoda, estaban solas, en su casa y hoy no habría interrupciones.

Una Novia Para Mamá | Rivari ° G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora