PROLONGÓ

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Que ruidosa



-¡Agh! ¡Si! ¡ Más! ¡ Más rápido! - gimió como loca o más bien como una puta, desde que tengo uso de razón, la he considerado una mujer muy hermosa, y viéndola ahora es imposible negarlo. Ese cabello largo ondulado cayendo por su espalda, su delicada piel, y este hermoso trasero una preciosura, y que sería la perdición de mi querida madre -¡Si! ¡ Me encanta como me lo haces ! - sus ruidos gemidos que salían de su boca, eran de nada más de la misma reina consorte Alicent Hightower.

-¡ Aaaaaaagggghhhh! ¡Jocelyn! - grito por el cambio brusco en las embestidas, con cada palabra que me decía lo hacía más fuerte, más duro, más rápido y eso la esta enloqueciendo.

-¡Agh! ¡Se siente tan bien! - gemi por la cesación - Me estás volviendo loca Alicent - susurre en su oído, ya aquello hizo que me apretara sus paredes, estaba por venirse - Vente para mi Alicent - dicho esto último, se tenso notablemente antes de que los espasmos del clímax cubrieran su cuerpo, fue una obra de arte verla. Salí de ella para empezar a masturbarme pero en cambio; me empuja hacia atrás colocándose encima, tomando el control y empezar a saltar. Verla en todo su esplendor como saltaba sobre mi fue una de las mejores sensaciones. sus pechos a la perfecta vista de mis ojos, verla sonreír mientras me daba placer, con el cabello rizado y castaño medio rojo, cayendo por su espalda y hombros.

-¡Agh!-gemí echando mi cabeza hacia atrás llevando mis manos a su trasero, cerrando los ojos cuando Alicent se detenía por momento de los saltos para mover la cadera de adelante hacia atrás o en circulos, lo hacía a propósito- ¡Alicent!

-¡Si ! ¡Agh! ¡dilo otra vez! - pidió reanudando los saltos con mucha energía de nuevo.- di mi nombre

-¡Alicent! - gemi muy gustosa, enloqueciendo al sentir los tirones en mi vientre, estoy cerca, apretando su trasero.- ya casi - jadee

-¡Si! ¡Córrete para mí! - dijo de forma tan caliente que llegué de inmediato - lléname de ti -gimió sin dejar de moverse- dame tu semilla - murmuró en un tono demasiado lascivo.

-¡Aaaaggghhh!-grité cediendo ante el placer, sintiendo mis propios espasmos y cada gota de mi esencia llenar el interior de está mujer - eres... asombrosa... - jadeé limpiándome el sudor de la frente, sosteniendo su cuerpo sobre el mio.

Nos miramos unos segundos, sus manos van directo a mis mejillas acariciandolas. Se hacerca a mis labios besándome, apreté nuevamente sus nalgas haciendo que se le escape un pequeño gemidos entre los besos, el beso era lento y bastante sensual, al separarnos me muerde el labio.

- fue increíble - sonrió, volví a acercarme para volver a besarla pero unos toques a la puerta hacen que nos separamos y Alicent me mira nerviosa - Jocelyn - susurro

- No te preocupes nadie podrá abrir esa puerta - le dije besando su frente, para quitarla encima mío y dejarla en la cama - ¿quien es ? - pregunte gritando mientras me colocaba los pantalones.

- Pues Dorian idiota quien más! - grito desde el otro lado, solté un suspiro y mire a Alicent que se estaba colocando nuevamente su vestido - oye Lyn apúrate no tenemos todo el día

- Ya voy ! - le grité nuevamente, mientras me ponía la camisa - me tengo que ir - le dije mientras me acercaba a ella

- Cuando volverás - me pregunto mientras me abrazaba

- Aún no lo sé - conteste, beso su cabello mientras me alejaba- nos vamos

- Jocelyn - me di la vuelta nuevamente y sus labios impactaron contra los mismos dándome un beso.

- Oye Lyn saca tu trasero de esa habitación, o voy por ti - grito nuevamente Dorian, solté una risita. Le di un último beso a Alicent, para caminar hacia la la puerta y salir de la habitación.

- Por fin, que la reina no te dejaba salir - comento en tono burlón

- idiota - murmuré empujándolo, y Dorian empezó a reírse

- idiota - murmuré empujándolo, y Dorian empezó a reírse

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Y bueno... ya se dan una idea de quién soy.

Soy hija primogénita de la princesa heredera al Trono de Hierro. De mi madre se dicen demasiadas cosas, todo el mundo habla de ella, para bien o para mal...

Me nombraron Jocelyn, a honor a mi bisabuela Jocelyn baratheon, mi nombre fue elegido por mi abuela Rhaenys Targaryen la reina que nunca fue.

Para mí mala había nacido con una pequeña diferencia de las niñas, una maldición para las otras casa y una bendición para los velaryon y Targaryen una señal de los dioses valyria, pero para mi suerte tenía rasgo de la Princesa Heredera Rhaenyra Targaryen,y los de Laenor Velaryon.... Tenía las mismas características de ellos,. Mi cabello blanco plateado con los rizados, los ojos morados y piel morena. Mi abuelo Corlys velaryon dice que soy una mini copia de mi padre cuando era niño, pero que también éramos muy diferentes. A mis hermanos menores que tienen el pelo oscuro y los ojos marrones

Era obvio que éran hijos del guardia real de mi madre, al verlo encontré más rasgos en él que mi padre ...

El mundo podría perdonarme ser la hija legítima, pero nunca una niña con un órgano reproductor masculino.

Aparte de todo eso, era bajita y un poco gorda, y con cachetes enormes que para lo único que servían eran para entretener a... Mi tío Aegon y Champiñón se entretenían poniéndome todo tipo de apodos.

-La cerdita del castillo.

- el bicho raro

-" el fenómeno"

Escuché a muchos hombres y mujeres llamarme de muchas formas insultantes, burla tras burla, comparaciones con "La Delicia del Reino" y mi hermana menor, que ella si había nacido" bien", como si tuviera un papel que reemplazar en la corte... Pero hubo razones por las que soporté todo esto; Mi madre era parte de mis tormentos, y a la vez parte de mi dicha, las comparaciones eran excesivas, agobiantes, no directamente de ella, la gente esperaba que fuera diferente. Padre era aún más afectuoso, protegiéndome en todo momento... Mi padre deseaba encerrarme en un castillo y nunca salir de el.

Mi abuelo me amaba, era el Rey de los Siete Reinos, y era su favorita, incluso sobre mi madre. Durante años me aferre a una de mis primeras memorias, estar sentada en las piernas de mi abuelo, mis rizos blancos cerca de las filosas espadas, temerosa, aferrandome a los brazos de mi abuelo, aferrada escuché sus palabras en mi oído que retumbaron en mi mente por muchos años de mi infancia.

-Un día, este asiento será tuyo.

 Secrets Of The SeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora