Dark Lord Potter

El Marcado

1984

Con el paso de los años, Harrison Potter se había consolidado como una figura influyente en Slytherin. Su capacidad para captar y aprovechar la ambición y el deseo de poder de los estudiantes había creado una red sólida de seguidores leales. La casa de las serpientes, bajo su liderazgo, comenzaba a transformarse en una fuerza poderosa dentro de Hogwarts.

En el tercer año de Harrison, la situación política en el mundo mágico estaba en una etapa crítica. Con la caída de Voldemort y la dispersión de sus seguidores, muchos de ellos se encontraban en busca de un nuevo propósito. Algunos de estos seguidores habían comenzado a acercarse a Harrison, ofreciendo información y apoyo a cambio de una nueva dirección y propósito.

Una noche, Harrison se reunió con Blaise Zabini y Theodore Nott en una de las salas privadas de la mansión familiar de Blaise, donde se estaban llevando a cabo las reuniones más secretas. El lugar estaba decorado con un aire elegante y oscuro, con muebles de madera y cortinas pesadas que creaban una atmósfera adecuada para las discusiones delicadas.

—Tengo noticias importantes —dijo Harrison mientras se sentaba en la cabecera de la mesa—. Algunos de los antiguos seguidores de Voldemort han comenzado a acercarse a nosotros con información valiosa.

Blaise se inclinó hacia adelante con interés.

—¿Qué tipo de información? —preguntó—. ¿Sobre sus antiguos planes o algo más actual?

—Ambos —respondió Harrison—. Nos han proporcionado detalles sobre las operaciones ocultas que Voldemort dejó en marcha y también sobre las debilidades en su red de apoyo. Además, están dispuestos a ofrecer sus servicios a cambio de una nueva causa que pueda proporcionarles poder y reconocimiento.

Theodore asintió, su rostro mostraba concentración.

—Parece que estamos en una posición favorable para aprovechar esta oportunidad. Pero, ¿cómo planeas asegurar su lealtad? Muchos de ellos están acostumbrados a la vieja manera de hacer las cosas y pueden ser difíciles de controlar.

Harrison se reclinó en su silla, su mirada se volvía calculadora.

—He estado pensando en eso. Necesitamos un símbolo que represente nuestra nueva orden, algo que los vincule a nosotros de manera única y que se distinga claramente de la Marca Tenebrosa. Estoy considerando un símbolo que pueda ser nuestro propio emblema.

Blaise levantó una ceja, interesado.

—¿Y qué tipo de símbolo tienes en mente?

—Quiero algo que represente el poder, la ambición y la lealtad, pero que también marque una ruptura clara con el pasado —dijo Harrison—. Estoy pensando en un emblema que sea una combinación de una serpiente y una corona, simbolizando el dominio sobre los demás y la nueva era que estamos estableciendo.

Theodore asintió con aprobación.

—Es un buen concepto. Un símbolo así podría ser poderoso y efectivo para consolidar a nuestros seguidores. Pero, ¿cómo planeas marcar a estos seguidores?

—Lo he estado pensando —respondió Harrison—. No quiero que sea una marca física como la Marca Tenebrosa. Prefiero algo más sutil, pero igualmente significativo. Estoy considerando un encantamiento que forme un símbolo en el aura mágica de cada uno. Este símbolo solo será visible para nosotros, y servirá como un recordatorio constante de su lealtad y su nuevo rol en nuestra organización.

Blaise se reclinó, contemplando la idea.

—Eso suena interesante. Pero necesitamos asegurarnos de que este encantamiento sea efectivo y no pueda ser fácilmente detectado o neutralizado.

Harrison asintió con seriedad.

—Ya he comenzado a trabajar en el encantamiento. Será un proceso delicado y requerirá una ceremonia especial para marcar a cada individuo. Además, se les dará una pequeña piedra con el símbolo grabado como prueba de su lealtad, que llevarán consigo en todo momento.

La conversación continuó mientras detallaban los aspectos prácticos de la implementación del nuevo símbolo y del encantamiento. Harrison estaba decidido a asegurarse de que su nueva marca no solo representara una ruptura con el pasado, sino que también consolidara su autoridad como el nuevo líder de una nueva era en el mundo mágico.

Las semanas siguientes estuvieron llenas de preparativos meticulosos. Harrison, Blaise y Theodore trabajaron en los detalles del encantamiento y en la creación de las piedras con el símbolo. Cada detalle debía ser perfecto para garantizar que el proceso de marcar a sus seguidores fuera exitoso y seguro.

Finalmente, el día de la ceremonia llegó. Harrison había preparado un lugar especial en una de las habitaciones ocultas del castillo, donde se llevaría a cabo el ritual. El ambiente estaba cargado de anticipación y tensión. Los asistentes se habían reunido, entre ellos algunos de los seguidores más prometedores que habían demostrado su lealtad y valor.

Harrison se encontraba en el centro del salón, con una mesa frente a él que contenía las piedras con el símbolo grabado. Los demás miembros de la ceremonia se alinearon a su alrededor, con Blaise y Theodore a su lado, listos para asistir en el proceso.

—Bienvenidos —dijo Harrison con una voz firme—. Hoy es el día en que marcamos un nuevo comienzo. Cada uno de ustedes ha demostrado su lealtad y deseo de formar parte de esta nueva era. A partir de ahora, llevarán con orgullo el símbolo de nuestra causa y estarán unidos por un propósito común.

Los seguidores se miraron entre sí con nerviosismo y expectación. Harrison levantó su varita y comenzó a recitar el encantamiento con precisión. Las palabras fluían con una claridad y determinación que resonaban en el aire. A medida que completaba el hechizo, un brillo tenue emanaba de las piedras, y el símbolo se materializaba en el aura mágica de cada uno de los presentes.

Cada individuo avanzó hacia la mesa y tomó su piedra, sintiendo el peso del símbolo en sus manos. Los susurros de aprobación y admiración se escucharon a medida que los seguidores reconocían la importancia de la ceremonia.

—Ahora que han sido marcados, deberán cumplir con sus nuevos roles y responsabilidades —dijo Harrison, su voz resonando con autoridad—. Esta marca es un recordatorio de su lealtad y de nuestra misión. Asegúrense de que no se nos escape ninguna oportunidad y de que nuestra influencia siga creciendo.

Después de la ceremonia, los seguidores se dispersaron con un nuevo sentido de propósito. Harrison, Blaise y Theodore se quedaron en el salón, evaluando el éxito del ritual.

—Todo ha salido según lo planeado —dijo Theodore con satisfacción—. La marca es efectiva y el encantamiento parece estar funcionando bien.

—Sí —respondió Harrison—. Este es solo el comienzo. Ahora necesitamos consolidar nuestro poder y asegurarnos de que nuestra influencia siga creciendo. No podemos permitirnos retroceder.

Blaise asintió, su rostro mostrando determinación.

—Estamos en una buena posición para seguir adelante. Pero debemos mantenernos vigilantes. Habrá quienes intenten desafiar nuestra nueva orden, y debemos estar preparados para enfrentarlos.

Harrison se permitió una leve sonrisa, satisfecho con el progreso que habían logrado.

—Así es. Estamos creando una nueva era para Slytherin y para el mundo mágico. Asegurémonos de que nuestra visión se haga realidad y de que nuestra influencia sea inquebrantable.

Con el símbolo de la nueva orden consolidado y sus seguidores marcados, Harrison se sentía más seguro en su papel como el nuevo líder. Sin embargo, sabía que el camino hacia el poder y el cambio estaba lleno de desafíos y obstáculos. La verdadera prueba aún estaba por llegar, y Harrison estaba decidido a enfrentarla con la misma determinación que había demostrado hasta ahora.

Mientras el sol se ponía sobre Hogwarts y la noche caía sobre el castillo, Harrison se preparaba para enfrentar el siguiente capítulo de su ambiciosa visión. La marca que había creado era solo un símbolo de su influencia y poder, pero el verdadero desafío era asegurarse de que su nuevo orden se estableciera firmemente y se mantuviera a salvo de las amenazas que inevitablemente surgirían. Con el apoyo de sus leales seguidores y su propia astucia, estaba listo para enfrentar cualquier desafío que viniera en su camino.