Dark Lord Potter

La Ultima Alianza

La luz del Gran Salón del Consejo de Magos titilaba en las paredes de piedra, proyectando sombras largas y ondulantes. El ambiente estaba cargado de una mezcla palpable de tensión y esperanza. Harrison y Daphne, con una mezcla de nervios y determinación, se encontraban al frente, esperando la llegada de los líderes de las criaturas mágicas.

El ruido de pasos suaves anunció la llegada de los elfos domésticos. Elrond, el líder de los elfos, avanzó con una elegancia serena, sus ojos reflejando la sabiduría de siglos. A su lado, Crixus, el centauro venerado, se movía con la majestuosa dignidad propia de su raza, su pelaje dorado iluminado por la luz de las velas. Los miembros de su séquito se alinearon a lo largo de la sala, observando atentamente.

"Daphne," susurró Harrison, "¿crees que lograrán entender nuestras intenciones? Los elfos han sido siempre recelosos de nuestras promesas."

Daphne lo miró con firmeza. "Lo que debemos hacer es demostrarles que esta alianza no es solo para nuestro beneficio, sino para el de todos. Ellos también tienen mucho que ganar."

La conversación comenzó cuando Elrond se acercó al centro del salón, seguido por sus compañeros. Harrison y Daphne se inclinaron ligeramente en señal de respeto.

"Elrond," comenzó Harrison, "agradecemos profundamente su presencia. Estamos aquí para formar una alianza que asegure la paz y la prosperidad de nuestros mundos."

Elrond asintió lentamente. "El tiempo de las promesas vacías ha pasado. Queremos ver pruebas de que este acuerdo es algo más que palabras."

Daphne intervino con calma. "Entendemos su desconfianza. Proponemos un pacto de protección mutua contra cualquier amenaza externa. Además, ofreceremos apoyo en forma de artefactos mágicos antiguos para fortalecer sus defensas."

Crixus, el centauro, miró con desdén. "Los centauros han sido guardianes de nuestros propios territorios durante siglos. ¿Qué nos asegura que no seremos simplemente una herramienta más en su arsenal?"

Harrison respiró profundamente. "Ofrecemos un consejo conjunto, donde cada facción tendrá voz equitativa. Los artefactos que mencionamos no solo reforzarán sus defensas, sino que también les darán acceso a conocimientos antiguos que pueden fortalecer su propio poder."

Elrond miró a Crixus y luego volvió a Harrison. "Aún así, debemos considerar los riesgos. ¿Cómo planean enfrentar las amenazas internas que puedan surgir? La desconfianza entre nuestras razas no se disolverá con un simple pacto."

Daphne se adelantó, con una expresión seria. "Nos comprometemos a mantener una comunicación abierta y a resolver cualquier conflicto de manera conjunta. Los artefactos mágicos incluyen una serie de hechizos de conciliación y mediación que permitirán superar cualquier desavenencia."

La sala se llenó de murmullos mientras los líderes discutían entre ellos. El ambiente era tenso, pero el compromiso de Daphne y Harrison era evidente. Los centauros y los elfos intercambiaron miradas significativas, sopesando la oferta presentada.

Durante una breve pausa, Harrison se acercó a sus hijos, Daniel, Henry, y Lylian, quienes observaban atentamente.

"¿Qué opinan de todo esto?" preguntó Harrison, con un dejo de preocupación en la voz.

Daniel, el mayor, frunció el ceño. "Padre, la desconfianza entre nuestras razas es profunda. ¿Cómo podemos estar seguros de que esta alianza resistirá las pruebas del tiempo?"

Daphne puso una mano en el hombro de Daniel. "La clave es nuestra sinceridad y el compromiso constante. Esta alianza es más que una promesa; es una inversión en el futuro. Si mostramos que estamos dispuestos a trabajar juntos de verdad, ellos también lo estarán."