Los meses que siguieron a la decisión de sus padres fueron un verdadero infierno para Fernanda. Los preparativos de la boda con Lord Edmund se convirtieron en una pesadilla. Cada visita a la familia del Lord, cada prueba de vestido y cada compromiso social eran torturas que ella soportaba con una sonrisa forzada. Lo único que realmente deseaba era ver a Lucifer de nuevo y pedirle perdón por cómo lo había tratado. En el fondo de su corazón, sabía que había cometido un error al alejarse de él, y esa decisión ahora la perseguía.
Finalmente, llegó el fatídico día de la boda. Fernanda se encontraba en la majestuosa mansión de Lord Edmund, preparándose para la ceremonia. Estaba vestida con un elegante vestido blanco que le quedaba a la perfección. Sus tacones blancos brillaban con el resplandor de los candelabros, y su collar de diamantes destellaba con cada movimiento. A su lado, Kenai, su fiel pastor alemán, observaba con preocupación, como si comprendiera la angustia de su dueña.
**Fernanda:** (murmurando para sí misma mientras ajustaba su peineta) ¿Qué estoy haciendo, Kenai? Esto no es lo que quiero...
Al girarse para alcanzar su velo, un destello de luz apareció en la habitación. Un portal se abrió de la nada, y de él emergieron Blitzo, Moxxie, Millie y Loona. Fernanda se quedó boquiabierta, sorprendida pero aliviada al ver a sus viejos amigos.
**Blitzo:** (con una sonrisa de complicidad) Veo que te ves mejor, después de todo lo que ese hijo de perra de Valentino te hizo pasar... Venimos por dos cosas. Primero, quiero darte las gracias. Gracias a ti, Stolas y yo ahora somos pareja. (Blitzo levantó la mano, mostrando un anillo) Y segundo, Lucifer Morningstar nos ha dado una orden directa: traerte de vuelta con él. Y, sinceramente, nos matará si no lo hacemos. (rió, pero su tono era serio)
**Fernanda:** (mirando el anillo con una mezcla de alegría y tristeza) Me alegra saber que están juntos, Blitzo. Pero no puedo simplemente irme... la boda va a empezar.
En ese momento, los acordes de la música nupcial comenzaron a resonar en la mansión, y se escucharon golpes en la puerta de la habitación. La ceremonia estaba a punto de comenzar.
**Blitzo:** (mirando a Loona con urgencia) ¡Loona, abre el portal! ¡Vamos, Fer, no hay tiempo que perder!
**Moxxie:** (mirando a Fernanda con preocupación) Lucifer no estará nada contento si descubre que casi permites que un humano te robe. Vamos, tienes que volver con él.
La puerta se abrió de golpe y aparecieron las mucamas del Lord, sus rostros llenos de horror al ver a los demonios en la habitación.
**Mucama:** ¡Es el Diablo! ¡Quiere llevarse a la novia!
**Blitzo:** (rodando los ojos con exasperación) Créame, señoritas, Lucifer Morningstar desearía parecerse a mí. ¡Él es mucho más bajito! (dijo mientras disparaba dardos tranquilizantes a las mucamas, quienes cayeron al suelo inconscientes)
**Moxxie:** (mirando alrededor, preocupado) ¡Señor, Fernanda ya ha saltado al portal!
**Blitzo:** (sorprendido y alarmado) ¿¡Qué!? ¡¿Ella ya saltó?!
Fernanda, desesperada por escapar de su destino impuesto, ya había saltado al portal, desapareciendo en un torbellino de luz y sombras. Ahora caía a toda velocidad, directamente hacia el infierno, más cerca de su verdadero amor con cada segundo que pasaba.
Mientras descendía por el portal, sus pensamientos volaban tan rápido como ella. La emoción y la ansiedad se mezclaban en su corazón. ¿Cómo la recibiría Lucifer? ¿La perdonaría por lo que había dicho? Pero una cosa era segura: estaba dispuesta a enfrentar lo que fuera necesario para recuperar su lugar a su lado.
**Fernanda:** (gritando mientras caía) ¡Lucifer, estoy de vuelta! ¡Estoy lista para luchar por ti, por nosotros!
Y con esas palabras, se lanzó hacia su destino, dispuesta a enfrentar cualquier cosa que el infierno le arrojara.
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Continuara...
Nuevo capítulo en la historia espero que les guste 🫶🏻⭐️
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Mi vida es un infierno
FanfictionSoy hija de uno de los condes más ricos de Inglaterra, el conde Antonio, y de la duquesa Laura. Desde fuera, nuestra familia parece perfecta, con portadas de revistas y fotos que muestran una fachada de felicidad. Pero la realidad es muy distinta; m...