Jaziel

Capítulo 12.

—Te ves tan vulnerable en esa forma. —Menciono al verlo en la forma de un niño de unos seis, siete años.

Estaba sentado en la rama de un árbol con unos binoculares de juguete observando a los hermanos discutir por quien sabe que cosa, no se que busca o porque está aquí, pero no creo que esté precisamente para atacarnos de lo contrario dudo mucho que esa forma lo ayude.

—Tu voz es tan dulce como tu mirada Jaziel, me sorprende que ahora si quieras hablar.

—Despierta tengo ventajas, ¿Qué haces aquí? Dudo mucho que vengas a hacer amigos.

—Solo vigilo que Keanu esté bien, ¿Acaso eso es pecado?— menciona sin apartar la vista de ellos.

—¿Debería creerte?

—Jaziel, si quisiera hacer algo ya lo habría hecho. —Dice bajando del árbol. —¿No lo crees?

—Sí, pero no soy estúpida, tú no apareces sólo por aparecer.

—Tienes razón, preciosa. —Comenta. —No eres estúpida, eres ingenua. Pero ¡hey! me descubriste, vengo a ayudarte. —Finaliza con una sonrisa.

¿Que?

¿Escuché bien o se ha vuelto loco?

—¿Ayudar? —Asintió sonriendo. —¿Tú? —Volvió asentir. —¿A que exactamente?, ¿Quieres que te recuerde que no somos del mismo equipo?

—Sí, digo no. —Por su expresión deduzco que se confundió. —Lo que quiero decir es que quiero ayudarte con los Coleman, y no necesito que me recuerdes para quien trabajó, de sólo recordarlo me da jaqueca, últimamente anda más estresante de lo normal.

—Te lo diré con palabras simples, no te quiero cerca de los Coleman y mucho menos de Keanu.

—Vamos Jaziel, necesitas mi ayuda y yo necesito alejarme un tiempo de él, me está volviendo loco, además, no los estás cuidando muy bien del todo, ¿No te has preguntado a dónde va el castaño medio muerto cada que desaparece?

—¿A qué te refieres?

—Eres muy inocente para este mundo Jaziel, no sabes de lo que son capaces los humanos, sus supuestos favores salen más caros que venderle tu alma a un demonio, y él se dio cuenta de eso de la peor forma.

—¿De qué estás hablando?

—Los Coleman se condenaron solos Jaziel, y no deberías confiar en quien te tienda la mano, la gran mayoría de las sonrisas en los humanos es más falsa que mi apariencia de niño, nos vemos en la noche mi apreciado deseo. —se despide haciendo reverencia.

Creo que no dormiré esta noche y no puedo creer que lo vaya a admitir pero tiene razón, no puedo confiar en nadie ni mucho menos cuidarlos a todos a la vez, rara vez están juntos.

Pero no puedo hacerlo sola, Isaacaro planea algo, tal vez solo intente llegar a Keanu o algo más, ya no me siento segura con Calíope o Nefereth, ellas ocultan algo.

Y definitivamente tengo que saber que hacen los chicos cuando salen, Drac, no deja salir a Ciro y a Zac, así que no es para nada difícil saber lo que esos dos hacen, puesto que Zac no despega la vista de la tv y Ciro se la pasa con Keanu en la cocina comiendo lo que vean o persiguiendo gatos, cosa que no entiendo.

Entre en mi habitacion y cerré con llave para que nadie entrara, necesitaba ayuda, necesitaba a alguien que conociera este pueblo como la palma de su mano y en quien pudiera confiar ciegamente.

Miel, fue ángel guardián de un hombre del pueblo hace años, ha sido una gran compañía desde que llegué al campamento de aprendices cuando tenía ocho años, si necesitará colocar mi vida en manos de alguien sin duda ella sería una de las pocas.