Que tan engreído tenias que ser, para pensar que tienes el poder sobretodo el mundo; eso es Choi Seungcheol el primogénito de unas de la Mafia más grande.
Chwe Hansol es persona totalmente ecpatìa, la que ha llevado a convertirse en lo que es.
$mafi...
Este obedeció, había aprendido que nunca debes de cuestionar más de dos veces.
—Realmente le queda muy bien señor
La asesora le sonrió a Hansol, un acto que no le gustó mucho a Cheol.
—Este es perfecto, de los diez que me he probado
Estaba perdiendo un poco los estribos, no tenia toda la paciencia del mundo.
—Nos llevamos este, y los diez que se probó
—Por supuesto señor
La asesora se alejo, lista para empacar cada uno de los trajes; dejándolos solos.
—Espera no tengo suficiente dinero, como para darme el lujo de pagar esto
—No te estoy pidiendo que lo pagues—paso justo a su lado para pagar, antes de darle un apretón en la cintura—Solo quiero lo mejor para ti
Hansol se quedó en medio, sin poder procesar lo que acaba de pasar; algunas personas se cobran después.
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El lugar desde el exterior parecía una bodega vieja, el único sonido que provenía de ella; son algunas risas de hombres.
—Por aquí
La mano de Cheol rodeó su cintura.
Este sin protestar lo siguió, tenia curiosidad saber que es lo que es lo que había más haya. La seguridad es impresionante, en cada ventana y entradas principales se encontraban más de dos hombres; custodiando todo el lugar.
Un pasillo largo y obscuro, los llevo a un gran salón un tanto pintoresco. Algunos observaron con curiosidad a Hansol, pero después de eso no prestaron tanta atención.
—Choi, tanto tiempo
Un hombre se acercó a ellos, para saludar.
—Un gusto volverte a ver Kim
—Seokjin, no es como si fuéramos desconocidos—le dio una rápida mirada a Hansol, quien se encontraba mirando con curiosidad el lugar—Y él quien es?
—Un invitado
—Mucho gusto soy Chwe Hansol
Dio una leve reverencia.
—Bienvenido, este lugar va muy bien contigo—le tomó el brazo—Es por aquí
—Es mejor que lo dejes Jin, si no quieres que se entere Yoongi
Jin aparto sus manos, como si de fuego se tratara.
—Vamos
Hansol lo siguió en silencio, unas escaleras los esperaban al final de aquel pasillo. Algunas pinturas decoraban el lugar, los detalles se dejan ver por la magnitud.
