ONE

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Cuando te vi, supe que iba a pasar....

















Dafne


Hoy, mientras el calor comienza a asfixiar las calles de Madrid, siento cómo la presión me agobia. El sol ya empieza a golpear con fuerza y las temperaturas suben implacables, recordándome que el verano está a la vuelta de la esquina.

Mi nueva colección de maquillaje para esta temporada debe estar lista en cuestión de días, y la tensión se acumula en mis hombros. No solo quiero que mis productos sean perfectos, sino también que capturen la esencia del verano español: vibrante, colorido y lleno de vida. Pero con cada día que pasa, el reloj parece avanzar más rápido, y la montaña de trabajo no hace más que crecer.

Aprovechando que he tenido varias reuniones en Madrid, decido hacer una pausa y visitar a mi amiga Alice. Alice no solo es una de mis mejores amigas, sino también una de las modelos principales de mi marca. Su belleza y carisma han sido una parte fundamental del éxito de nuestra línea de maquillaje. Recuerdo claramente el día que conocí a Alice. Era 2020, el año que fundé mi empresa. Para entonces, ya tenía cierta fama como influencer, pero sabía que necesitaba algo más, una imagen que representase de manera global lo que mi marca quería transmitir. Buscaba a alguien que no solo tuviese belleza, sino que también personificara la confianza y la diversidad que quería promover con mi maquillaje.

Conocí a Alice en un evento de moda en Madrid. Yo estaba allí para promocionar mi primera línea de productos y ella desfilaba para una reconocida marca internacional. Desde el primer momento en que la vi, supe que ella era la persona indicada. Había algo en su forma de caminar, en su actitud desenfadada y en su sonrisa que me cautivó al instante. Después del desfile, me acerqué a ella, nerviosa pero decidida.

—Hola, soy Dafne. La dueña y creadora de Dafnecosmetics. —le dije, intentando sonar más segura de lo que realmente me sentía—. Estoy lanzando una nueva línea de maquillaje y creo que serías la imagen perfecta para representarla.

Para mi sorpresa, Alice mostró un interés genuino. Charlamos durante horas sobre nuestras visiones, sueños y pasiones. Resultó que compartíamos muchos valores y objetivos. Aceptó mi propuesta y desde entonces, no solo ha sido la cara de mi marca, sino también una amiga incondicional. Alice aporta una energía y autenticidad a mi empresa que va más allá de lo que podría haber imaginado, y por eso siempre estaré agradecida de haberla conocido.

Aparqué frente a la enorme casa de Alice, un hermoso chalet en una tranquila zona residencial de Madrid. Las buganvillas trepaban por la fachada, añadiendo un toque de color vibrante que contrastaba con las paredes blancas y elegantes. Bajé del coche y me dirigí a la puerta, sintiendo el calor del asfalto bajo mis pies, pero también una sensación de alivio al saber que pronto me encontraría con mi amiga.

Alice abrió la puerta antes de que siquiera pudiera tocar el timbre, como si hubiera estado esperándome con ansias.

—¡Dafne! —exclamó con una sonrisa radiante, abrazándome con fuerza—. Justo a tiempo para un café frío. ¿Cómo va todo con la nueva colección?

Sus ojos brillaban con entusiasmo y me sentí agradecida por tener a alguien que entendiera perfectamente el estrés y la emoción que conllevaba este trabajo. Nos sentamos en su amplia terraza, donde la brisa era un alivio bienvenido frente al calor sofocante. La vista del jardín, cuidadosamente cuidado, me ayudó a relajarme un poco mientras Alice servía el café.

—Va bien, pero no te voy a mentir, estoy agotada —le respondí, aceptando el vaso helado—. A veces siento que todo está a punto de desmoronarse, pero también estoy emocionada por lo que estamos creando.

Basorexia [Pedri Gonzalez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora