CAPÍTULO 7

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Agenda, el estuche encima, delante el bolígrafo rojo, luego el rosa, el azul, el lápiz y por último la goma. El bolso bien colocado en el perchero de la mesa, con todos sus bolsillos cerrados. Ya estoy lista, quedan tres minutos para que empiece la clase.

Hoy es el primer día después de las vacaciones que tengo clase en el grupo de jóvenes escritores. A mi lado está Marcos, el chico que me habló el día que comenzaban las navidades, viendo las actuaciones de nuestros compañeros. Un día después de la vuelta al instituto vino en un recreo y me habló, nunca me imaginé que sería tan simpático. Le gusta mucho leer y escribir, por eso le recomendé que viniera conmigo a este taller. Hoy es su primer día, viene a probar.

-Bueno chicos -dice Marga, la profe, con su dulce voz - Entregarme vuestras historias, las leeré y la que mejor me parezca será enseñada a toda la clase. Hoy íbamos a profundizar en los tipos de narradores, pero tengo una increíble noticia. Se están buscando nuevas historias, una editorial bastante importante quiere haceros una especie de concurso y podréis publicar vuestra novela.

Publicar vuestra novela. Mi corazón se acelera, tengo que conseguirlo, mi sueño se habría hecho realidad.

-Mañana os traeré las inscripciones, espero que todos os apuntéis. Marcos si te ves con fuerza puedes intentarlo también.

-Lo haré.

Cuando llego a casa me tiro en la cama, hoy no tengo ganas de hacer nada. Mi vida está cambiando demasiado rápido y me está dando miedo. Me asusta lo que pueda llegar a pasar con Alan. Quiero y no quiero alejarme de él, no sé qué hacer.

Le dije de no vernos hasta el fin de semana, tengo que estudiar, y necesito pensar.

No tengo fuerzas ni para leer. No entiendo qué es lo que me pasa. Este chico no me conviene, lo sé, no me va a hacer ningún bien.

Las veces que he estado con él lo he pasado bien, pero también lo he pasado mal. Además es muy mayor, seguramente a mi padre no le gusta.

-No me encuentro nada bien, no sé qué es lo que me ocurre, mi cabeza no para de dar vueltas. Intento dormir pero no lo consigo. Mi vida esta cambiando muy rápido y creo que no me gusta.

-Está cambiando para bien, al menos en el tema de amistad. Alan y Marcos son buenas personas. ¿Qué es lo que te preocupa? -me pregunta el psicólogo.

-Marcos no me preocupa, es buen chico. Alan es mi problema. Se que si sigo quedando con él nuestra amistad podría convertirse en algo más, el otro día nos besamos.

-Llevo varios días preparando un ejercicio para ti, cierra los ojos - hago lo que me pide - muy bien ya puedes abrirlos.

En frente de mí hay un espejo bastante grande, al lado está la misma chica que me llevó junto mi psicólogo el primer día.

-Quiero que te pongas delante de él y que durante unos minutos te quedes observando tu reflejo. Esto se llama "ejercicio de autoestima".¿Te gusta lo que ves? Contesta sinceramente.

-No mucho.

-Algo te gusta entonces. Dime lo qué.

-Me gusta mi pelo, me gustan mis ojos, mi pecho y mi abdomen.

-Ya son más de las que me imaginaba que dirías. Tienes miedo de enamorarte, tienes miedo de que te hagan daño. ¿No?

-Tengo miedo de no ser lo suficiente para esa persona, de no saber amar.

-Te diré una cosa: Si no eres buena amándote a ti misma, tendrás dificultades al amar a alguien.

Antes de pensar en los demás, quiérete a ti misma.

A veces te quiero. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora