Capítulo 3

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                                  ***
—Hola princesa, tiempo sin vernos pero te aseguro que nos veremos mucho de ahora en adelante.

Me congelé entera cuando volví a oír su voz después de tantos meses.

No podía creer lo que estaba viendo. Él estaba parado frente a mí con su impecable sonrisa y vibra de chico malo.

Su cabello castaño estaba tan brillante y revolucionado, sus ojos negros lucían aún más oscuros y su cuerpo había crecido unos centímetros y se encontraba un poco más trabajado.

Puede que su físico llame la atención de cualquier tía pero la mía no. Ya lo conozco demasiado y no volveré a ser la misma del instituto.

—¿Qué carajos haces aquí? —pregunto safándome de su agarre.

—Me enteré que estabas en una de las universidades invitadas al bar y vine a verte, princesa.

—No me digas princesa —digo con un tono mordaz.

—¿Te lo estás tirando?.

Entrecierro los ojos porque no se a qué se refiere.

—El tío con el que estabas bailando ahora. ¿Te lo estás tirando?.

—¿Y si es así qué? —lo reto.

—Que ese tío se va a arrepentir de haberte puesto un dedo encima —dice acercándose más a mí.

—No me vengas con estas mierdas tú a mí. Yo puedo hacer con mi vida lo que me de la gana, ya tengo dieciocho años. Y ni tú ni nadie me va a decir con quién puedo estar y con quién no.

—Te extrañé mucho mi princesa —susurra en mi oreja.

Estaba a punto de empujarlo cuando alguien lo separó de mí.

Y resultó ser Jessi.

—¿Qué está pasando aquí? —pregunta en mi dirección.

—Nada, solo nos saludábamos —le dice él a Jessi.

Jessi alterna la mirada entre ambos y se detiene en mí.

—Vamos a la barra con los demás —me dice.

Comienzo a caminar para llegar a la barra con los pasos de Jessi detrás.

Cuando llegamos veo las tres miradas de Conor, Anna y Sara puestas sobre nosotros y supongo que vieron la escenita entre aquel imbécil y yo. Y lo confirmo cuando veo la mirada culpable de Sara sobre la mía.

—¿Quién era ese tío con el que estabas hablando? —pregunta un muy interesado Conor.

—Eso a tí no te importa Conor, yo no tengo que darte explicaciones —digo lo más calmada e indiferente posible —¿Cuántos vieron que hablamos?.

—La mayoría de los que están aquí tenían la mirada en ustedes. Parece que ese chico es algo popular —me explica Anna moviendo la pagita de su bebida.

Mi mirada encendida se centra en la persona en la barra que no es capaz de dedicarme ni una sola mirada y mucho menos una palabra.

Todos siguen mi mirada hacia Sara y yo avanzo allá.

Ella se levanta de la butaca y queda enfrente mío.

—Sara y yo tenemos que irnos porque nos duele la cabeza.

—¿A las dos? —pregunta Conor agotando la poca paciencia que me queda.

—Sí Conor a las dos —fue lo último que dije antes de irme de la barra para salir de ese maldito lugar.

"Dementor De Sueños"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora