❛5. El desconocido❜

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Pilar abrió sus ojos y sintió un profundo temor que se alojaba en el centro de su estómago

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Pilar abrió sus ojos y sintió un profundo temor que se alojaba en el centro de su estómago. Se encontraba arrodillada frente a los trece dioses del Olimpo. Todos se erguían con orgullo en sus tronos, observándola con miradas brillantes cargadas de intenciones ocultas.

¿Acaso Zeus la había secuestrado?

No lo sabía con certeza, pero sí sentía una gran ira y dolor que se concentraban en su pecho. Desconocía la expresión que había puesto en su rostro, pero por las reacciones de los dioses, no había sido una bonita.

No sabía qué hacer, intentó hablar pero sus palabras no encontraron respuesta. Notó que estaba vestida con un largo quitón blanco que caía hasta sus rodillas.

Era extraño, como si su cuerpo no fuera suyo.

Se dio cuenta con asombro de que su boca se abría en contra de su voluntad y gritaba en voz alta, llenando la sala con sus lamentos.

– ¡NO! ¡NO DI MI CONSENTIMIENTO! – La tristeza y la desesperación volvieron a invadir su ser. Sus ojos se encontraron con los de Hestia, la diosa divina. Su mirada era seria mientras la observaba.

El rey, Zeus, como si nunca hubiera escuchado sus gritos, dirigió su vista hacia su hermana.

– Hestia, te toca a ti votar. ¿Estás en contra o a favor? – Su mirada fija en su hermana, quien aún la observaba. La diosa cerró los ojos por un momento, como si estuviera reflexionando sobre la situación.

Sus ojos encendidos la miraron y pronunció un susurro de disculpa. Miró a su rey y con voz firme habló como si estuviera dictando una sentencia.

– Yo, Hestia Bouleia, voto a favor de que Perseo Jackson se vuelva inmortal. –

¿Quién era Perseo Jackson?

Pilar no tuvo tiempo para reflexionar sobre ello, ya que sintió cómo un calor abrasador la envolvía. Era un dolor sordo y fuerte que se extendía desde su interior hacia el exterior.

Gritó con todas sus fuerzas, lloró lo suficiente como para llenar un océano, pero el dolor no cesaba. Su cuerpo temblaba, lleno de ira y traición.

Traidores.

¿Quiénes?

Desleales.

¿Quién?

Me han traicionado, ¿ellos me han traicionado?

¿Quién habla?

Pilar no comprendía las voces que resonaban con fuerza, el dolor en su cuerpo no le permitía entender claramente. De repente, como si el dolor nunca hubiera existido, desapareció. Su cuerpo sufrió espasmos.

Se puso de pie con las piernas temblorosas y se dio cuenta de que los dioses la miraban con sorpresa. Incluso su propio padre estaba al borde de las lágrimas mientras se acercaba a ella.

– Percy. –

¿Quién era Percy?

Su cuerpo dio un paso tambaleante hacia atrás, sus piernas temblaban y las lágrimas seguían fluyendo.

– ¡No! – Gritó en un arranque de rabia.

Notó cómo el dios del mar se acercaba a ella, pero todos quedaron petrificados al escuchar la potente voz que resonó por todo el Olimpo.

– Perseus, dios del luto y la desgracia. – Se escucharon exclamaciones y asombro, pero la voz no dejó de anunciar.

– ...de la lealtad y la unión. – Su padre la miró con rabia en sus ojos llorosos. El dios Poseidón la observaba mientras extendía sus manos, como si quisiera tomarla.

– ...de las lluvias descontroladas, de las mareas, de la libertad y la destrucción, protector de los semidioses y los olvidados. – Diferentes niveles de sorpresa se manifestaron. Sin embargo, todos con fuerza. Varios dioses intentaron acercarse para hacerla retroceder con violencia.

Los miró, sintiendo que la traición y el dolor la llenaban. Sin darse cuenta, una tela negra le cubrió la cara; un velo emergió para cubrirle el rostro como si fuera algo sagrado, lirios florecieron como una corona para marchitarse segundos después. Gruesos grilletes se apretaron en sus muñecas, conectados por una cadena de oro. Había perlas esparcidas en el suelo, que flotaron frente a ella para alinearse y posarse en su cuello y cabello; finas cadenas de oro adornaron su melena.

Miró sus manos a través del velo, manos llenas de oro. Observó a los olímpicos; varios parecían querer acercarse, pero ella dio un paso atrás.

Desleales.

Traidores.

Emociones llenaron su pecho, demasiadas. Dolor, tristeza, traición, nostalgia, desesperación.

Se dio la vuelta para caminar hacia la gran puerta, con voces llamándola '¡Percy!' '¡Por favor!'. Pero no volteó. Nunca miró atrás.

Capítulo cortos bbs, I so sorry, pero tenía que hacerlo así para que las cosas conectaran después 💋

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❝ Always an Angel. ❞             - - ̗̀๑❪ Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora