Capítulo 27

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Habían acordado mutuamente que, aunque disfrutaron de sus actividades en su cumpleaños, darían un paso atrás en términos de intimidad física, ninguno quería arruinar algo bueno yendo demasiado rápido y demasiado pronto.

Aunque su relación física ahora no iba más allá de algún beso aquí y allá, Severus todavía estaba mayormente contento con su suerte. Aunque el aspecto sexual estaba en un segundo plano por ahora, la intimidad y la cercanía que compartían todavía estaban ahí.

Hermione era un ser tan táctil que le encantaba tocarlo todo el tiempo y no de forma sexual.

Le encantaba cómo ella rozaba sus dedos contra los suyos cuando le pasaba una taza de té.

Cómo se sentaba cerca de él y apoyaba la cabeza en su hombro.

Incluso en la sala de profesores, ella colocaba su mano sobre su hombro o brazo cuando le hablaba.

Su felicidad combinada con sus nuevos dientes significaba que su sonrisa se estaba convirtiendo cada vez más en una característica de su rostro, especialmente cuando reflejaba la de ella.

No estaban siendo obvios acerca de su atracción o eso pensaba, pero tampoco hicieron nada para ocultarla. Si algún miembro del personal estaba al tanto, ninguno expresó una opinión en contra.

Sin embargo, había una cosa que le preocupaba.

Él la amaba.

Él la amaba y no se lo había dicho. No se atrevía a decírselo.

No sólo eso, sino que podía verse con ella durante mucho tiempo, tal vez permanentemente, lo cual era absurdo porque ninguna joven bonita querría cargar con él para siempre.

Una parte de él pensaba que ella debía sentir lo mismo, pero la parte más grande de él que dudaba de sí mismo no le permitiría hacer el arriesgado movimiento de admitir sus sentimientos.

Estaban en "terreno parejo", por así decirlo, ambos obviamente disfrutaban del compañerismo, las bromas y la compañía del otro.

Pero ¿y si eso fuera todo para ella?

¿Qué pasaría si ella nunca hubiera tenido la intención de que esto fuera a largo plazo, y cuando sus EXTASIS terminaran y tuviera más tiempo libre, quisiera separarse amistosamente y continuar como amigos?

No importaba que el 75% del tiempo libre que tenía ahora lo pasara en sus habitaciones.

Nada era seguro, las cosas siempre podían cambiar.

Además, él estaría contento de ser su compañero, su amante por un tiempo, y disfrutaría el tiempo con ella mientras durara, ¿no?

No, lo mejor es guardar silencio.

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Aunque la mayor parte del tiempo se sentaba a su lado en la mesa principal, ocasionalmente se sentaba con sus amigos.

Se dio cuenta de que ella era igualmente aceptada en cualquier mesa del salón, incluida la de Slytherin.

Se sentaba con Longbottom en la mesa de Gryffindor, pero rara vez elegía sentarse cerca del chico Weasley. Se habían separado amistosamente, pero al parecer ella todavía se sentía incómoda con él.

A veces se sentaba con la chica Lovegood en la mesa de Ravenclaw y otras se sentaba con Bones y Abbot de Hufflepuff y para su gran sorpresa se sentaba y charlaba con Draco Malfoy, sentándose en la mesa de Slytherin entre él y Goyle.

Se había sentido completamente descarrilado cuando una mañana ella estaba sentada en la mesa de Gryffindor y notó muchas risas por parte de ella. Era muy raro en ella, pero lo había descartado como travesuras juveniles cuando de repente, a un lado de él, escuchó la voz chillona de Flitwick.

Comenzó con una patadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora