Capítulo 12

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Woosh

Ese fue el sonido de todo el aire saliendo de sus pulmones, mientras su mandíbula cayó tan bajo que pensó que podía sentir su barbilla en su pecho.

Probablemente era prudente responder a esa afirmación. A su cerebro solo se le ocurrió decir:

"Eh... ¿qué?"

Buen espectáculo Hermione

Se dio cuenta de que estaba nervioso, avergonzado y ¿podría decir... tímido? mientras él murmuraba una respuesta, todavía mirándola a través de esas pestañas pecaminosas.

"Bueno, sí... después de todo, si hubiera sido por mí estaría muerto, a nadie más le importaría un carajo, y obviamente eres mejor salvaguardando mi vida que yo, ya que eres la única razón por la que yo estoy vivo"

"Severus..." dijo con tristeza y le tendió una mano.

Su cuerpo se tensó cuando ella lo tocó y notó que era su respuesta de huida, prácticamente podía sentirlo luchando contra su naturaleza, para huir o ignorarla con un comentario cáustico, logró luchar contra el impulso y se mantuvo quieto, pero parecía no saber cómo responder de otra manera, así que ella actuó.

Lo abrazó.

"Gracias Severus, no puedo decirte lo mucho que significa que confíes en mí... lo es todo para mí, y por supuesto también te confío mi vida"

Él no parecía saber cómo responder a su abrazo... la había abrazado antes, por supuesto, pero siempre cuando la consolaba... nunca había sido él quien se consolaba con eso.

Sus brazos rodearon su cintura y su cabeza descansó sobre él, mientras él tentativamente la abrazaba también y cuando ella solo lo apretó más fuerte, él dejó escapar el aliento contenido y apoyó la barbilla en su cabeza.

Dioses, ella encaja perfectamente, si tan solo pudiera retenerla.

"¿Severus?" ella murmuró en su pecho

"¿Mmm?" respondió, todavía disfrutando del calor de su abrazo, y de la forma en que ella lo tocaba tan fácilmente que todavía emocionaba al hombre necesitado de afecto dentro de él.

"Me alegro mucho de haberte pateado las pelotas"

Él soltó una carcajada ante eso y, para su deleite, la levantó del suelo como lo había hecho Magorian. Ella chilló y colocó sus piernas detrás de sí misma mientras él se inclinaba hacia atrás para elevarla aún más del suelo.

"Nunca cambies a Granger"

"Lo mismo digo"

xxxxx

Él estaba nervioso, avergonzado y sonrojado y ella no pudo evitar encontrarlo entrañable.

Ella tampoco pudo evitar recordar la forma en que él la sostuvo en sus brazos antes.

Claro, Magorian, Bane y Ronan la habían levantado del suelo antes, divertidos por su "pequeña estatura humana", como lo expresó Magorian, pero Severus era un hombre, no un centauro- y qué hombre le susurró su cerebro traidor- y ella no era exactamente liviana, había recuperado todo el peso que había perdido durante el año que pasó huyendo con los chicos, por lo que tenía curvas en todos los lugares correctos, sin embargo, él la levantó del suelo y ni siquiera sudó.

¿Sabía que él era fuerte mágicamente, pero fuerte físicamente? Esta bien, ella sabía que él podía levantar con facilidad los calderos de tamaño industrial que usaban para la elaboración de pociones en masa, calderos que ella casi se había roto la espalda tratando de mover unos centímetros... pero él siempre había parecido tan alto y desgarbado que ella había asumido que estaba todo flaco debajo de su túnica... por otra parte, recuerda cómo se veía sin su túnica, su cerebro le dijo una vez más, y pensó en el momento en que ganó la apuesta y él pasó una semana solo con su levita, su hombros anchos, caderas esbeltas... y ese trasero, ¿quién sabía que estaba escondido debajo de toda esa tela? Y ella tampoco fue la única estudiante que se dio cuenta, ya que su condición de héroe había sido revelada, varias estudiantes lo miraban con nuevos ojos y ella atrapó a un par de chicas de séptimo y octavo año aprovechando la oportunidad para admirar lo que el severo maestro de pociones tenía debajo de su túnica.

Comenzó con una patadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora