━━𝗠𝗜 𝗟𝗘𝗚𝗔𝗗𝗢━━ Una sola noche hace que la vida del cazador; Dean Winchester cambie cuando deja embarazada a su amiga. Sin embargo Genevieve Evans al fallecer él deberá hacerse cargo de la bebé junto con su hermano menor Sam.
#1jennacoleman 2...
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Capítulo Cuatro:Una vida a una muerte
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GENEVIEVE SE SENTÍA DISGUSTADA Y CON CONTRACCIONES, PRESENTÍA QUE EL BEBÉ YA ESTABA EN CAMINO. Aún se mantenía encarcelada por el demonio, contó los días que ha permanecido en ese sitio ya había pasado más de dos semanas.
—Estoy ansiosa de que nazca esa bebé–aunque no lograba ver su cara por estar dándole la espalda supo que más bien era de burla su comentario.
—No vas a salirte con la tuya, conozco a Dean–añadió con agotamiento–. Él va a matarte.
Meg soltó la carcajada girándose a verla, caminó arrodillándose tomándola de las mejillas acercando su rostro cerca. Genevieve notó los ojos del demonio cambiando a negro junto una sonrisa perversa.
—Eso está por verse–apretó más sus mejillas y por último besó sus labios provocando que Genevieve quisiera alejarse.
El demonio rió al separarse, observó la cara de disgusto de la embarazada mientras con su mano que no se mantenía esposada se apartó lo posible del tacto que tuvo en sus labios.
—Si que Dean tuvo suerte, solo mírate. Bueno antes de que estuvieras embarazada–dijo Meg incorporándose–. Yo también me aprovecharía de ti–. guiñó el ojo retirándose.
Pasaron horas hasta que volvió la demonio, Genevieve se mantenía quieta desde su posición viendo cómo ésta estaba parada frente a un altar. Meg hablaba en una lengua extraña, la castaña al ver la situación supo que no era nada legal lo que hacía.
Dirigió su vista a otro punto cuando su sorpresa notó a alguien escondido sosteniéndose de los barrotes asomando solo la cabeza mirando lo que estaba haciendo Meg. Genevieve quería gritarle pedirle ayuda, pero no quería que él corriera el riesgo contra ese demonio.
Ya no lo vio más, supo que se había ido. Genevieve sentía impaciencia al estar encerrada y con un bebé que no tardaba en nacer.
—¿Crees que no me di cuenta?–la castaña alzó la cabeza hacia Meg que dejó la copa en el altar–, Oh, cariño. Ese es parte de mi plan–sonrió.
