TERCERA CARTA A TU PERSONA

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Con la mente en otra parte, lo que quiero es concentrarme, sin embargo, no me centro, no me dejas.

Estoy harta de tenerte en mente todo el maldito día.

Dame un descanso y déjame respirar, por favor, tenme piedad.

No quiero pensar en tus labios, no quiero recordar tu voz, pero muero por sentir tú tes y estremecerme con tu tacto. Márcame tus manos en la piel.

Tú perfume que me embriaga y provoca flashes, me recuerda sensaciones, me marea y ruego por un poco de atención, tu atención.

Te lo ruego, fírmame las piernas y recita mis poemas. 

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