SIN NOMBRE

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La desdicha, nuevamente tiñe mis mañanas.

Estoy cansada.

Ya no siento que me duelas y me odio, porque jamás seré capaz de odiarte a ti, aún me pidas que lo haga.

Me siento tan usada, tan crédula, tan idiota.

Siento que el estómago se me revuelve y nace en mi la necesidad de vomitar absolutamente todas las mariposas que algún día te pertenecieron.

Oh, sorpresa. Ya están agonizantemente muertas.

Me siento tan profundamente estúpida y usada.

Tan tonta...

Ni siquiera creo poder expresar con palabras, lo profundamente decepcionada que me encuentro.

Me robaron la oportunidad de vivir una vida, que no sabía que quería; me enseñaron a amarla y una vez que lo hice, me la arrancaron.

Me enseñaron soñar y a amar, una vida que no sabía que quería, pero una vez que la anhelaba... Me robaron con crueldad, la oportunidad de siquiera poder considerarla 

CATARSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora