Leorai - Cortos ☁

Doble V.

Versión 2012.
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Vulnerabilidad y Valentía 1/?

Leonardo Hamato, líder de las Tortugas Ninja, había experimentado una avalancha de emociones recientemente. Su rival, la hija de Shredder, había resultado ser la verdadera hija de su padre, el maestro Splinter. Esta revelación había sacudido su mundo, alterando la dinámica de sus sentimientos y sus deberes como líder.

Desde hacía tiempo, el guerrero azul había sentido una conexión profunda con Karai, una mezcla de admiración y atracción que le había costado reprimir. Sabía que permitir que esos sentimientos se manifestaran podría poner en riesgo a su clan. Karai era astuta y conocía el corazón del líder, usándolo en su contra en más de una ocasión.

Ahora, con la verdad expuesta, el disciplinado se encontraba en un dilema. Por un lado, estaba la felicidad de su padre, quien había recuperado la esperanza de reunirse con su hija perdida. Splinter, marcado por el dolor de aquella noche trágica, encontraba consuelo en la idea de que Miwa, seguía viva. Por otro lado, se sentía atrapado en una red de emociones contradictorias. La posibilidad de que él y Karai pudieran tener algo más que una relación de rivalidad y conflicto lo llenaba de una tristeza punzante y una esperanza tenue.

Sabía que debía hablar con su padre. Splinter era no solo su maestro, sino también su guía y confidente. Sin embargo, ¿cómo podría abordar el tema sin afectar su relación? La idea de compartir sus sentimientos lo aterrorizaba. ¿Cómo podría reaccionar su padre? ¿Lo entendería o lo vería como una distracción peligrosa?

Una noche, después de una intensa sesión de entrenamiento, Leonardo se encontró solo en el dojo, inmerso en sus pensamientos. Las sombras danzaban a su alrededor, reflejo de su mente inquieta. Decidió que era el momento de enfrentar sus miedos y buscar consejo. Se dirigió a la habitación de Splinter, encontrándolo meditando en silencio.

-Padre -comenzó a hablar, su voz temblorosa-. Necesito hablar contigo sobre algo importante.

Splinter abrió los ojos lentamente, su mirada serena y atenta. -Adelante, Leonardo. Siempre estoy aquí para escucharte.

El joven guerrero tomó una profunda respiración, sintiendo el peso de sus palabras antes de pronunciarlas. -Es sobre Karai... Miwa. Me siento confundido. No solo porque ella es tu hija, sino porque... siento algo por ella. Algo que no sé cómo manejar.

El maestro lo observó en silencio durante unos momentos, dejando que su hijo continuara.

-Sé que es peligroso, sé que podría ser una debilidad. Pero no puedo evitar lo que siento. Y ahora, con todo lo que ha pasado, no sé qué hacer. No quiero ponerte en una posición difícil, pero necesitaba decirlo.

Splinter asintió lentamente, su expresión calmada. -Entiendo tus sentimientos, Leonardo. El amor y la compasión son partes de lo que nos hace humanos, incluso a nosotros, que somos diferentes. Lo importante es cómo manejamos esos sentimientos. Miwa es mi hija, y su bienestar me importa profundamente. Pero también entiendo que tus sentimientos por ella son genuinos.

Leonardo sintió un nudo en la garganta, aliviado por la comprensión de su padre. -¿Qué debería hacer?

El patriarca se acercó a él, colocando una mano en su hombro. -Sigue tu corazón, pero hazlo con sabiduría. La relación entre tú y Karai es complicada, pero no imposible. Mantén tus prioridades claras y recuerda siempre proteger a tu familia. Con el tiempo, las respuestas vendrán.

Leonardo asintió, sintiéndose más ligero. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero con el apoyo de su padre, estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío.

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Karai, por otro lado, se sentía confundida y herida. ¿Cómo pudo ser tan estúpida? ¿Cómo no investigó más? ¿Por qué le creyó a Shredder todo, a pesar de saber lo manipulador y mentiroso que es? Las lágrimas corrían por su rostro mientras se refugiaba en la soledad de la noche. Nadie del Clan sabía que ella ya estaba enterada de la verdad, y así quería mantenerlo. Decidió que debía irse, lo más pronto posible. Aunque siempre se escondía bajo una fachada de fuerza, en el fondo, sabía que era realmente débil y sensible.