-Esta es solo mi opinión, pero el amor es la maldición mas retorcida de todas y tal vez, la mas poderosa.
-Satoru
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Fanfic SatoSugu/SuguSato que hice porque no encont...
"No importa su estado, solo asegúrate de que su cabeza y torso vengan, será sencillo, él no se encuentra, según entiendo está por partir a una mision en el extranjero"
Eso le había dicho el brujo que lo contrató, entonces ¿porqué carajo estaba destasado en el suelo sin posibilidad de moverse?
El problema no había sido que el usuario de los seis ojos llegara, su problema fue que lo que sea por lo que fueron no estaba completamente muerto, no, corrección, su cuerpo carecía de vida, sin embargo, su espíritu había sido maldito.
...
La maldición que antes habia intentado atacar a los presentes ahora se encontraba en el suelo agonizante y sobre ella una figura aterradora se alzaba. Aquel espectro se veía furioso con la maldición, sin embargo no la destruia. De un momento a otro los presentes se encontraron frente a una escena extraña, aquel ente comenzó a consumir a la maldición que se encontraba bajo él, parecía un proceso tortuoso para el mas débil pues se retorcía y aullaba mientras era transformado en una esfera. Cuando el proceso culminó aquel ser abrió la boca de una forma inhumana y dejando ver sus afilados dientes y su larga lengua, se trago la esfera que segundos atrás tenía entre sus largos dedos.
Megumi veía aterrado a aquella maldición, recordaba en el pasado haber visto un sin fin de ellas pues constantemente acompañaba a Gojo a sus misiones, sin embargo, la maldición frente a ellos era sin duda la que más miedo le había causado, y no era su aspecto pues cosas mas grotescas había visto, pero el aura y energía que esta emanaba eran sin duda mas aterradoras que las de cualquier otra maldición, esa cosa para Megumi era sin duda la imagen de la mismísima muerte en persona; por ello, cuando esa cosa se acercó sin miedo a Satoru Megumi movió sus manos temblorosas, dispuesto a invocar su ritual más poderoso.
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Satoru Gojo forzó a sus seis ojos a recolectar toda la información disponible pues aún no creía que lo que estaba sucediendo fuese real, pronto su técnica confirmó lo que su alma supo desde el momento en que lo volvió a ver.
-¿Suguro?- preguntó levantando su mano hacía la figura que se acercaba lentamente a él, misma que, al ver que el hechicero ya no corría peligro, cortó la distancia entre ambos atrapando al hechicero entre sus brazos. Satoru sintió a su cuerpo y alma vibrar ante el tacto de aquella maldición, su corazón latía con fuerza y la felicidad que le daba tener a Suguru entre sus brazos le hacía sonreír como el hombre enamorado que era. Por primera vez desde que la brecha entre ambos se amplió hasta separarlos Satoru Gojo se sintió completo, su otra mitad finalmente había vuelto a su lado.
El alma, ahora maldita, de Suguru por otro lado, se sentía extraña, el cambio era evidente, las maldiciones ya no le sabían mal, por el contrario su sabor se había vuelto bastante tolerable, ahora era enorme y sus rasgos aunque similares a los de un humano eran más grotescos, su flujo de energía maldita había aumentado increíblemente y esque no era de extrañar pues quien lo maldijo fue el hechicero más poderoso de todos, aún con eso en mente a Suguru en un principio le había aterrado ser repudiado o incluso odiado por el usuario del infinito, sin embargo, luego de consumir a aquella maldición su energía maldita se estabilizó haciéndole sentir el vínculo que ahora lo unía a Satoru, mismo que le transmitió el sentir del albino. Levantó la vista y entonces se topó con unos ojos que lo veían con total admiración y amor confirmando en su abrazo que su lugar favorito era en los brazos de el hombre que lo maldijo.
El tiempo alrededor de ambos se detuvo y para los dos solo existía el otro, sin embargo su burbuja pronto se rompió cuando ambos escucharon la voz de Megumi
"Artefacto sagrado, oscila y vibra..." escuchó Satoru no muy lejos de ambos.
-No Megumi! Detente!
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