"Estoy en Kyoto, ¿puedes venir?"
Que se suponía que significaba eso, no lo entendía y la sensación de dejavu que le provocaba no era agradable y los rumores que envolvían a Gojo en las ultimas semanas no eran de mucha ayuda.
"MALDITO" era lo que se rumoraba en la comunidad de hechiceros. ¿Eso era posible? No, claro que no, él era el más fuerte, nadie podría maldecirlo, de eso estaba segura, además, él le habría contado si así hubiese sido, o eso creía, la verdad era que no habían hablado mucho desde que Geto se presentó en la escuela para declararles la guerra. Esa noche solo se limito a acompañar a Satoru, después de todo el más afectado era él.
"¿Cómo se supone que voy a pelear contra el Shoko? ¿Cómo voy a cumplir con mi rol si con solo verlo quiero correr y abrazarlo? ¡estamos hablando de Suguru Shoko!, no creo poder hacerlo"
Luego de esa noche ambos estuvieron demasiado ocupados como para hablar y lo ultimo que supo la dejo tan fuera de sí que se sintió incapaz de darle consuelo al otro, ¿Cómo podría si a ella también le dolía?
"Suguru Geto, hechicero maligno de clase especial, muerto a manos del hechicero Satoru Gojo"
La noticia la dejo perpleja, estaba al tanto de que casi nadie podría hacerle frente a Suguru, pero hacer que Satoru lo asesinara era inhumano y esto le dolió como solo ella podría describir, uno de sus dos mejores amigos murió y el otro fue quien lo mato. Toda la situación la supero por lo que se sintió incapaz de ver al albino, pero ahora ese distanciamiento solo hizo que su ansiedad y miedo se dispararan, ¿Qué sucedería si Satoru decidía seguir el camino de Suguru? ¿Qué haría si el realmente estaba maldito y había hecho una locura? Sin embargo, aun con toda esa angustia instalada en su pecho y las preguntas atormentándola respondió al llamado de su amigo y fue a donde él la citó.
Ya era tarde, las luces de las calles comenzaban a encenderse y el silencio comenzaba a reinar en los lugares menos concurridos, como lo era aquel parque donde solo el sonido de los columpios meciéndose sonaba, una melodía espeluznante para el gusto de la castaña. Al acercarse un poco mas pudo notar que el causante de dicho sonido era ni mas ni menos que Gojo, sin embargo no era el único ahí, al acercarse un poco mas noto una silueta demasiado familiar. Ambas figuras se mecían levemente en los columpios y por primera vez en muchos años escucho la sonrisa real de Satoru, esa que solo una persona en ese mundo podía provocar.
"No puede ser" pensó y sin notarlo acelero el paso hasta estar lo suficientemente cerca para confirmarlo. Los sentimientos la embargaron al escuchar las voces de ambos y sin notarlo comenzó a llorar cayendo de rodillas al suelo. Cuando menos lo sintió dos pares de brazos la envolvieron en un reconfortante abrazo.
-Imbéciles- su felicidad era tanta que las lagrimas no dejaban de brotar de sus ojos -No saben cuánto los extrañe- exclamó para finalmente abrazarlos a ambos.
Ahora todo estaba claro, solo una persona podría maldecir a Satoru Gojo y solo él podría maldecir a Suguru Geto, eran sin duda el uno para el otro.
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Raabta (SatoSugu)
Fiksi Penggemar-Esta es solo mi opinión, pero el amor es la maldición mas retorcida de todas y tal vez, la mas poderosa. -Satoru ..... Fanfic SatoSugu/SuguSato que hice porque no encont...