Hanagaki Takemichi, un chico de veinticuatro años que llevaba una vida rutinaria se ve involucrado en el misterioso asesinato de su jefa Minako. Este encuentra el cadáver de la mujer en la oficina en condiciones extrañas. Al llamar a la policía es l...
Helous gentee como les va? Como los trata la vida? Espero esten muy bien. Ya vengo viniendo con un nuevo capitulo que espero lo disfruten mucho. Es increible como la historia ha llegado a este punto y debo agradecerles por tomarse el tiempo de leerla, estoy muy feliz, muy agradecida en especial a quienes han dejado comentarios a lo largo de los capitulos, incluso aquellos que han guardado esta historia, me alegra mucho saber que les gusta y espero sigan leyendola hasta el final, debo admitir que la historia se ha alargado mas de lo que imagine, con cada capitulo llega mas la inspiracion y las ganas de hacer crecer mas el fanfic, creo que si sigo a este paso sera de 100 capítulos jajaja. Bueno, ya no digo mas, los dejo con el capitulo, disculpen si hay algun error, aun asi espero lo disfruten y nos estamos leyendo bayyyyssss 👋❤️❤️.
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El sonido era diferente, risas de niños combinado con gritos lejanos, su entorno era confuso, parecía que la luz del día encandilaba demasiado su vista al punto de apenas mirar siluetas lejanas que se distorsionaban al intentar enfocar su mirada. Intentaba comprender, todo se sentía lejano y difuso, fue cuando la sensación de algo sobre su hombro lo hizo girar y mirar al hombre tras de él.
― ¿Por qué no estas jugando con los demás niños? ― pregunto mientras se sentaba en el columpio que se hallaba a su lado
―no lose, son juegos tontos, yo ya soy grande para esas cosas― dijo con un puchero mientras se balanceaba en el columpio, sus cortas piernas apenas y rozaban el piso
―que tonterías dices― sacudió su cabello a lo que este se quejó ―aun eres pequeño, todavía eres un niño Takemichi
―no es cierto, yo ya soy grande― se cruzó de brazos en un gesto infantil a lo que el mayor comenzó a reírse ― ¡no te rías!
―perdón, pero dices que ya eres grande y sigues comportándote de manera muy infantil― pellizco sus mejillas.
Ambos se quedaron en silencio, el pequeño Takemichi seguía con un puchero fingiendo estar molesto por lo que no se daba cuenta de la mirada triste del hombre.
―Quiero decirte algo Takemichi― dijo con suavidad llamando la atención del niño
―si no son tus disculpas no quiero oír nada
―si son mis disculpas, pero no por eso― suspiro ―me tengo que ir Takemichi
― ¿tan rápido? Pero si apenas llegaste
―pero esta vez será distinto, me iré, pero...ya no regresaré― ante sus palabras el menor dejo de columpiarse para mirarlo con sorpresa ―ya no podre venir a cuidarte ni a verte, tendré que dejarte
― ¿pero por qué? ―exclamó preocupado
―si sigo a tu lado será peligroso para ti Takemichi, aun eres muy pequeño, debo irme y comenzar una nueva vida― su mirada era triste, lamentaba tener que abandonarlo, pero no tenía otra opción
