Jimin rápidamente giró y medio sonrió. Su corazón estaba bastante acelerado, no sabía como acercarse a él sin que se diera cuenta de lo mucho que lo había extrañado. Tomó aire y empezó a caminar de a poco. Justo cuando estuvo frente a él, frunció ligeramente el ceño, apuntándolo con su pequeño dedo índice.
— Me ignorabas.— reclamó.
Jungkook sonrió, lo amaba. Tomó su mano, la diferencia entre ellas era notoria, las manos de Jimin eran más suaves, pequeñas, un poquito gorditas y bastante elegantes. Todo lo contrario a las de él.
Jimin le miraba aún con el ceño ligeramente fruncido y el corazón aún acelerado, estaba feliz de volver a verlo, incluso estaba conteniendo las muchas ganas que tenía de llorar. Jungkook le sonrió y besó su dedo.
— Estuve ocupado cariño.— llevó la mano de Jimin a su mejilla. Cerrando sus ojos por el tacto.— No pasó ni un solo día en el que no estuviera pensando en ti.— abrió sus ojos y le miró fijamente.— Me alegra que estés bien.
Jimin inconscientemente formó un pequeño puchero y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.
— No sabes lo mucho que te extrañé Jeon Jungkook.— soltó de golpe y sollozó.— No quiero que te alejes de mí idiota... yo te amo demasido.
Jungkook rió y con sus dedos limpio una pequeña lágrima que se había escapado, tomó su rostro entre sus manos y lo besó tiernamente.
— Minnie.— dijo en un susurro, con sus frentes unidas.— Jamás te ignoraría.— lo abrazo y Jimin correspondió gustoso.— La situación se complicó y aún tengo mucho que hacer.
— Discúlpame kook, yo de verdad...
— Tranquilo, vamos a sentarnos.— ambos caminaron a uno de los muebles que se encontraba en aquel lugar. Al llegar, Jimin rápidamente se sentó sobre las piernas de Jungkook, quien empezó a darle mimos.— Yo también te extrañé demasiado, eres mi razón principal por la cual quiero terminar con todo esto. Estos días lejos de ti, de tus caricias, tus expresiones, tus berrinches, fueron difíciles para mí. Aunque Yugyeom en ocasiones me recordaba a ti.
Jimin, quien estaba cómodamente recostado sobre el pecho de Jungkook al escuchar aquellas últimas palabras se sentó de golpe.
— ¿Quién es?.— preguntó seriamente.
Jungkook sonrió y besó sus labios.
— Es el sobrino de Eunwoo, primo de Tae y Nam.
— Mmm... entiendo.— dijo asintiendo con la cabeza.— Es doncel, ¿cierto?.
— Lo es minnie, pero no crees escenarios extraños.— respondió besando su cuello.
Jimin bufó.
— No lo hago.— Jungkook sonrió. Por supuesto que lo hacía.— No te rías Jeon Jungkook.— advirtió.
— Ya, no lo hago Jeon... Jimin.
Jimin se sonrojó, le encantaba como se escuchaba su nombre con el apellido de su prometido, pensar en que después de toda esa situación se casarían, lo tenía totalmente emocionado.
— Jungkook, ¿te quedarás?.— Jungkook suspiró abrazándolo.
— No minnie.— le miró.— La situación es delicada. Aún no tenemos la ubicación exacta del dispositivo, Christopher lleva ventaja, y lo más importante tiene a Jin de rehén.
Jimin abrió sus ojos como platos.
— ¿Q-qué?...
— Lo sé.— Jungkook suspiró.— Nam ha estado frustrado desde que se enteró, y su condición no es buena, así que eso lo tiene peor. Yoongi se mantiene sereno, pero lo conozco y sé que en el fondo teme que Morgan le llegue a hacer algo a Jin.
— ¿Entonces te vas?.— Jungkook asintió.— ¿Y por qué regresaste?.— preguntó tragando el nudo en su garganta.
— Yugyeom necesita el equipo especial que tengo acá. Apenas tengamos la información que necesitamos, nos iremos inmediatamente, además, debo preparar un cargamento de droga para Morgan.
— ¿Es por Jinnie?.
— Así es, juro que si a Morgan se le ocurre hacerle daño lo haré añicos con mis propias manos.
— Kook, de verdad n-no sé que decir...
— No es necesario que digas algo.— le sonrió.— Ahora vamos a reunirnos con el resto, tengo que hablar unas cosas más con los antes de ir a casa.
Jimin sonrió muy feliz, no dormiría solo.
Ambos chicos caminaron tomados de la mano directo al despacho de Yoongi. Al entrar, Jimin notó la presencia de Yoongi y Eunwoo, pero no solo de ellos, sino también de aquel doncel.
— Jiminnie.— habló Yoongi.— Me alegra verte.— sonrió.— Vamos chicos, tomen asiento.— les invitó a ambos quienes se sentaron frente al resto.
— El equipo ya fue llevado a la mansión Kim.— informó Jungkook.
— Perfecto, te mantendré al tanto de la investigación.— habló Eunwoo.— Y gracias Jungkook por rescatar a Yugyeom.
— No te preocupes Eun, somos familia.— Jungkook miró a Yoongi.— El cargamento para el rescate de Jinnie ya casi está listo, ese malnacido dijo que me pasaría la ubicación de donde recibiría la mercancía.— Yoongi suspiró.
— Está bien Jungkook, no te preocupes, apenas tengas la información, te pones manos a la obra. Y tú chico.— dijo señalando a Yugyeom.— Investiga lo más pronto que puedas cual es la ubicación de aquel objeto.
— No se preocupe, lo haré.— respondió sin temor alguno.
Esa actitud irritaba a Jimin, quien se creía para actuar de esa manera y lo que más se preguntaba era, ¿por qué hacía tanto contacto visual con Jungkook?.
Al terminar aquella reunión, todos fueron a sus respectivos hogares, Yoongi le había pedido a varios de sus hombres que escoltaran la camioneta en la que se transportaba Jungkook junto a Jimin.
Al llegar a casa Jimin solo podía pensar en una cosa y era que debía dejarle las cosas claras a ese tal Yugyeom. No era idiota, y sabía perfectamente que Jungkook le atraía.
— Cariño, haré un momento a mi despacho, tengo que hablar con Wang, apenas terminé iré a la habitación. ¿Está bien?.— preguntó dejando un beso en sus cabellos.
— Tranquilo Kookie.— sonrió tierno.— Te estaré esperando.— añadió dejando un beso en su pecho.
Jimin fue a su habitación, buscó entre su ropa interior y sacó aquella lencería color negra, que sabía volvería totalmente loco a Jungkook. Se dilató rápidamente y una vez estuvo listo se vistió. Luciendo aquella prenda que lo hacía ver jodidamente sexy, resaltando y marcando sus atributos. Para terminar aplicó crema a sus piernas, se sentía sexy, y pensar que después de casi dos semanas en abstinencia, tendría a Jungkook para él y estaba dispuesto a recordarle a quien le pertenece.
Escuchó unos pasos provenientes de la escalera, así que rápidamente subió sobre la cama, apoyó sus codos sobre ella y se abrió de piernas sin dejar nada a la imaginación.
Jungkook iba quitándose su corbata, cuando abrió la puerta de la habitación que compartía con Jimin, y sintió como su pene se puso violentamente duro al ver a Jimin en aquella posición.
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Sin Límites - [Kookmin] [Ideas Rotas II] (Pausada)
Novela Juvenil[HISTORIA M-PREG: DE LA TRILOGÍA "IDEAS ROTAS"] Jimin ahora con veintiún años de edad realiza sus estudios universitarios, siendo el joven de mejor promedio de su grado. Jungkook por su parte logró posicionarse como uno de los empresarios con más di...