Ya pasaron cinco días y realmente extraño a mi padre, si los problemas eran entré él y mi madre no sé porque nos castigaban a nosotros. Mi hermano actuaba totalmente normal pero a veces por la noche escuchaba llorar a mi madre o a mi hermana, sé que lo hacían por papá, lo extrañaban tanto como yo pero sabía que pronto regresaría mamá con él; entonces lo dejaba pasar.
Continuaron los días hasta que pasaron dos meses, al principio ignore todo por completo pero nada estaba bien y sobre todo nadie se sentía bien. Entonces decidí dedicarme a ayudar a mi madre y a mis hermanos y ahí fue cuando comenzó todo.
Desperté con una actitud positiva, desayuné y como estábamos atravesado una pandemia por el COVID-19 entonces tenía clases en línea y me dispuse a elaborar rápidamente mis actividades escolares.
Mientras hacía un ensayo apareció mi hermana y me preguntó:
-Ackeli puedes prestarme la computadora un momento, es que necesito entregar una actividad.
-Si está bien -respondí lo más tranquila posible porque me molestaba que tuviéramos horario y no los respetaba-.
Emilia termino muy tarde de entregar su actividad entonces mejor deje mi tarea para otra día.
Al anochecer escuché un ruido en la habitación de mi madre y como siempre fui tan curiosa me acerque hasta la puerta para escuchar mejor; escuché como lloraba y lo había escuchado la mayor parte de las noches pero está vez no me quedé de brazos cruzados y entré a su habitación.
-¿Mamá estás bien? -pregunté-.
-Hija que haces despierta, ve a dormir -dijo con voz tan baja que apenas y pude oírla-.
-Ma sabes que estoy aquí para ti, por si quieres hablar con alguien.
Mi madre se desahogo conmigo y en ese momento sentí su atención. Cada vez que hablábamos me contaba todo lo que sucedía y aún sin contarme yo sabía lo que estaba pasando pero cargaba con mucho peso encima.
Al amanecer encontré a mi hermana llorando mientras escondía su rostro de mi pero era estúpido hacerlo porque de igual manera me di cuenta; entonces me acerque y le dije:
-Sabes que siempre estaré aquí para escucharte.
Sabía que mi hermana era el tipo de persona a la que no le gustaba dar problemas así que no dijo nada pero siempre me aseguré de que estuviese bien.
Entré entonces al cuarto de mi hermano y parecía estar totalmente bien pero sé que no era cierto así que algunas veces dedicaba un poco de mi tiempo a hablar con él, trataba de influir en él de la manera más positiva posible, no quería darle malos consejos o que mal interpretara las cosas. Mi hermano se acercó a mi y me preguntó:
-Ackeli. ¿Cuándo volveremos a casa? -pregunto pensativo-.
Me partió el corazón la pregunta porque ni yo lo sabía y también me dolía bastante no ver a papá pero trataba de ser fuerte y quería cuidar bien de mi familia; o al menos lo que quedaba de ella. Entonces le dije:
-Talvez muy pronto así que no te preocupes por ello.
Salí de la habitación de mi hermano y me escondí en el baño, fue entonces cuando me solté a llorar porque a veces no podía soportarlo todo.
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Ackeli y las marcas en su memoria
Teen Fiction¿Padres estrictos? ¿Una familia en la que no confías? ¿Encajar o pertenecer? Ackeli es una adolescente de diecisiete años quien busca formar su propio camino pero para ello debe ser quien verdaderamente es; al inicio de la historia vive con su madre...