My english coordinator

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—Faye, Yoko a bajado mucho sus calificaciones el último mes, no entiendo la verdad por qué, ella siempre ha sido una estudiante muy aplicada, siempre que intento hablar con ella simplemente me dice que es porque está muy ocupada en tu proyecto, me preocupa mucho, una nota mala más y pierde la materia. —decía Becky a su jefa. —deberías hablar con ella, por favor.

—Está bien Becky, hablaré con ella. — dijo la mayor mientras organizaba algunos papeles.

En realidad, Yoko había bajado sus calificaciones de aposta, para así poder llamar la atención de su coordinadora, ya que desde lo ocurrido en su oficina, esta cambió completamente, ya no le hablaba, ni la saludaba en los pasillos como antes y mantenía aún más pegada como chicle a Ice.

Desde lo que vio en la oficina de la psicóloga, no podía sacar de su mente que las dos mayores tenían una relación, y claramente entendía a Ice, ¿quién no querría una relación con la hermosa Faye Peraya?, pero algo si debía de tener claro, que Malisorn era de ella, solo de ella.

—¿Lograste tu tonto objetivo?. — preguntó Marissa a Yoko, esta sonrió y le mostró el papel de la citación.

—Nada es imposible para Yoko Apasra. — dijo guiñándole un ojo.

Respecto a Faye, ella intentaba estar lo más lejos posible de su estudiante, porque sabía que si se acercaba mucho, podía arriesgar todo y eso traía muchas consecuencias, pero como siempre, el destino no estaba a su lado, y gracias a ser la coordinadora tenía que hablar con los estudiantes mal portados o que vayan mal en la materia y justamente Yoko va mal, no quedaba nada más que citarla y hablar lo más formal posible.

—Miss Faye, ¿me quería ver?. —entró Yoko a la habitación, nunca le había dicho así.

—Si, siéntese Apasra. — dijo mientras acomodaba su cabello y sus gafas. No pudo ignorar el vestuario de la menor, llevaba una falda un poco muy reveladora, con una camisa manga larga y los primeros tres botones desabrochados, tuvo una guerra interna para no seguir viendo.

—Seré breve, Miss Becky está muy preocupada por usted, porque últimamente ha bajado notoriamente sus notas, así que quiero saber cuál es la razón de esto, ya que usted es muy buena estudiante y en todo el transcurso escolar nunca había tenido una decaída como esta.

—¿O sea, que ahora me habla?. —dijo mientras encarnaba una ceja, Faye se hizo la desentendida.

—¿Cómo?.

—Después de la última "reunión" que tuvimos. —hizo comillas con sus dedos. — ustedes simplemente decidió que yo no existía más, ¿Por qué será?. — se levantó de la silla, se dirigió a el ventanal de la oficina y cerró la cortina, sin antes ver que no hubiera nadie al rededor, después fue a la puerta y le puso seguro.

—¿Qué estás haciendo Yoko?. —preguntó nerviosa.

—Oww, ¿ahora soy Yoko?. —hizo un puchero. —¿dónde quedó "Yo"?. — dijo mientras giraba la silla de la coordinadora para quedar frente a ella. —¿Será que decidiste ignorarme porque te pusiste muy nerviosa?, ¿o por tu noviecita?. — se acercó más a la cara de la profesora.

—Yo no tengo novia. — dijo mientras la miraba a los ojos.

—¿Ah, no?, ¿entonces Papitchaya que?, le diré que la estás negando. —dijo aún más cerca de Faye, la coordinadora perdió su lucha interna y por fin beso a su estudiante, un beso desordenado, que demostraba el hambre que se tenían las dos, Faye pasaba sus manos por la cintura de Yoko, mientras que la menor sacaba pequeños jadeos en mitad del beso. Cuando se separaron por falta de aire, sus frentes seguían juntas y las dos tenían los ojos cerrados, esperando que no fuera un sueño.

—¿Te quedó claro que no tengo novia?.

—¿Qué pasaría si dijera que no?. —Faye se acercó otra vez para besarla, pero justamente tocaron la puerta, Yoko se levantó rápidamente, acomodó su ropa, se limpió la boca y volvió a sentarse en la silla frente al escritorio, Faye se levantó y abrió la puerta. Era Freen, la rectora del colegio.

—Freen, ¿qué te trae por aquí?. —dijo dejándola pasar a la oficina.

—Faye, Señorita Apasra. —saludó a la menor y esta le hizo una reverencia. —Necesito por favor que subas a la plataforma lo antes posible las notas de los estudiantes, este viernes se entregan las primeras notas a los padres e inglés está atrasado. —Yoko miró a Faye angustiada, no había tenido en cuenta la entrega de notas, sus padres la van a matar.

—Claro, Freen, justamente estaba haciendo eso pero tuve que tener una reunión de emergencia con la señorita. —señaló a Yoko.

—¿Ahora que hizo, Señorita Apasra?. —preguntó mientras se cruzaba los brazos.

—Nada grave, no se preocupe, es sobre el proyecto. —Freen solo asintió y salió de la oficina, Faye fue tras ella para cerrar la puerta.

—Es mejor que me vaya, no se preocupe por las notas, tengo todos los trabajos, se los entregaré hoy mismo a Miss Becky. — salió lo antes posible sin dejar hablar a la coordinadora.

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—¿Dónde estabas?, te perdiste de la increíble pelea entre Engfa y Charlotte. —le dijo Marissa cuando Yoko llegó al salón.

—Necesito que vayas a mi casa hoy, tengo algo importante que decirte. —dijo mientras sacaba el cuaderno de su bolso para desatrasarse de lo que habían echo en la clase.

—¿qué pasó?. —preguntó preocupada.

—No te puedo decir aquí, hablamos en mi casa. —empezó a escribir.

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Faye llegó a la oficina de Ice, otra vez con su cara pálida y desesperada, caminaba de un lado a otro.

—¿Ahora que pasó?. — preguntó mientras se paraba de su silla para ir con Faye a intentar calmarla.

—La bese. — susurró. —Nos besamos, ella me provocó y no me pude resistir y Dios mío. — suspiró y cerró los ojos. — fue el jodido beso más increíble del mundo. — Ice quedó sin palabras, no pensaba que su amiga iba a llegar tan lejos.

—No te quedes callada, me hace sentí más culpable. — Faye dijo mientras se servía un vaso de agua.

—Es que no se que decir, esto es muy nuevo para mí. — dijo mientras se sentaba. — pensé que tu enamoramiento era una juego.

—Gracias por recordarme mi desgracia. — dijo mientras se también se sentaba y bebía su agua. — es que pasó todo de la nada, siempre fue mi favorita en todo, pero yo solo creía que era porque es buena estudiante, pero al parecer fue muy al fondo.

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Lo que no sabían Faye y Yoko, es que Ice y Marissa se han estado viendo los últimos 5 meses, son tan buenas para actuar que nadie se ha dado cuenta, solo ellas dos saben que pasa en las cuatro paredes de la oficina de la psicóloga y en las noches en la casa de la mayor. Al parecer, las dos mejores amigas no eran tan diferentes como ellas lo imaginaban.

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Escribiré en casa momento libre que tenga
-MC