África fue el regalo más grande que pude haber recibido. Entró en mi vida de la misma forma en la que llega un tsunami a la orilla. Arrasó mi mente y llenó mi alma destruyendo mi corazón para hacerlo inmenso. Su llegada conllevó una despedida que me arrancó la piel y me hundió en el dolor, pero ahora, cuando me agarra la carita y me dice: "papi" con esos ojitos iguales a los de Mamá; siento que me cura el alma.
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Microrrelatos II
RandomEn este recopilatorio de historias volcaré emociones. Seguiré experimentado con las palabras, continuaré buscando el silencio entre los gritos del día a día.