𝐸𝓍𝓅𝑒𝓇𝒾𝑒𝓃𝒸𝒾𝓃𝑔 𝐿𝑜𝓋𝑒 || +𝟏𝟖 𝒜𝒹𝓇𝒾𝑒𝓃𝑒𝓉𝓉𝑒 || Volumen I y II [EN EDICIÓN]

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El beso había terminado, pero el torbellino de emociones que desató seguía presente en el aire. Al separarse, Adrien y Marinette se quedaron en silencio, ambos ruborizados y tratando de procesar lo que había sucedido. La realidad cayó sobre ellos como un balde de agua fría, trayendo consigo una mezcla de incomodidad, pánico y nerviosismo.

El rubio retrocedió hasta una esquina de la habitación, su respiración aún agitada. Su compañera hizo lo mismo, colocándose en la esquina opuesta, sus ojos evitándose a pesar de la cercanía. El zagal podía sentir su propio corazón latir desbocado, su mente luchando por entender cómo habían pasado de una reconciliación entre amigos a un beso tan íntimo. La confusión y la culpa se arremolinaban dentro de él.

Los segundos pasaron lentamente, cada uno más pesado que el anterior. Adrien sintió la necesidad de romper el silencio, de aclarar lo que había sucedido. Tomó una profunda respiración, intentando calmarse, y finalmente, con una voz temblorosa, decidió hablar.

—Marinette... —empezó, su voz apenas un susurro.—Lo siento mucho. No sé qué me llevó a eso. No quería hacerte sentir incómoda.

La fémina, que había estado mirando fijamente el suelo, levantó la vista. Sus ojos se encontraron, y Adrien pudo ver el mismo pánico reflejado en ellos. Ella también estaba luchando con sus propios sentimientos y pensamientos.

—Yo... yo tampoco sé qué pasó.—respondió casi con su voz quebrándose por los nervios.—No sé cómo terminamos... en un... beso.

Adrien notó cómo la palabra "beso" le costaba salir, atrapada entre la timidez y la vergüenza. Él mismo sintió una punzada en el corazón al escucharla. La desesperación de ambos por entender y manejar la situación era palpable. Dio un paso adelante, queriendo acortar la distancia entre ellos, pero se detuvo, inseguro de si debía acercarse más.

—No quería que esto complicara más las cosas entre nosotros.—se posicionó frente a ella sin apartar su mirada verdosa del semblante ruborizado de su amiga.—Solo quería arreglar las cosas, hablar contigo... pero ahora parece que las he empeorado.

Marinette apretó sus manos, nerviosa, y asintió lentamente.

—Yo también quería arreglar las cosas. No quería que estuviéramos distantes. Y ahora... no sé qué pensar.—se abrazo así misma.

Adrien sintió un nudo formarse en su garganta. La situación era mucho más complicada de lo que había anticipado. Quería acercarse a ella, reconfortarla, pero también sabía que necesitaban espacio para procesar todo.

—Tal vez fue un error.—desvió sus orbes hasta las fotografías cingladas en la pared de la habitación.—Quiero decir... hemos sido amigos por muchos años, quizás en algún momento esto iba a suceder...

Marinette levantó la mirada, sus ojos brillando con una mezcla de confusión y tristeza. Algo que dejó desconcertado al blondo sin entender del todo.

—Tienes razón...—asintió entre murmuros.—S-Siempre nos están diciendo que deberíamos ser pareja...—se apartó evitando encontrarse con la mirada de su mejor amigo.—Puede ser que nos hayamos sentido presionados... además, estos últimos días han sido de locos.

—Lo sé. Es confuso para mí también.—sintió como si corazón se encogió, de alguna manera esperaba oír otra cosa.—Con lo de Kagami todo se transformó en un torbellino...

—Finjamos que nada sucedió, ¿de acuerdo?.—esbozó una pequeña sonrisa.

«¿En serio...princesa?»

—Es lo mejor...—sentenció sintiendo como un ardor se adueñaba de su pecho.—No quiero que dejemos de ser mejores amigos, menos por mi culpa.

—Tonto, no es solo culpa tuya...