⚽ Capítulo díez ⚽

1.6K 150 16
                                    

Samuel

Me temblaba todo el cuerpo.

Había tenido conversaciones mucho más profundas y serias con mi madre, y en ninguna de ellas me había puesto tan nervioso como lo estaba esta vez.

Mi papá estaba sentado frente mi, esperando una respuesta a su pregunta: ¿Sobre qué querías hablar?

Tragué saliva con fuerza, tanto que mi garganta picó un poco. Me senté en el sillón frente a él y clavé la vista en el suelo, tratando de evadir su mirada.

-¿Me odias porque juego en Boca y no en River cómo tú lo hiciste? -alcé la mirada segundos después de haber realizado tal pregunta. Mi padre me miró horrorizado, tenía la boca abierta y había cerrado con fuerza el álbum de fotos que tenía en las manos.

-¿De dónde sacas eso de que te odio? -preguntó y volví a tragar saliva. Se me estaban poniendo los pelos de punta, y eso que no llevaba ni cinco minutos de conversación con él.

-No lo sé, eso es lo que me demuestras...a veces siento que me odias. -confesé en voz baja y segundos después sentí como mi padre se paraba de su asiento.

-Sam. -pronunció y casi al instante sentí sus manos sobre mis hombros- Jamás sería capaz de odiarte, eres mi hijo, y aunque esto suene muy mal, sos al que más quiero de los tres.

-¿Entonces por qué no lo demuestras?, ¿Por qué me ignoras todo el tiempo? -los ojos comenzaron a picarme cuando la última pregunta salió de mi boca- ¿Por qué nunca te interesaste por mi carrera futbolística?, ¿Por qué nunca me prestaste la misma atención que le diste a Oliver?

-Porque no quería presionarte. -me quedé en silencio- Nunca ví que te interesara el fútbol, desde chiquito tenías gustos diferentes, tenías otros pasatiempos, otras pasiones y, en cierto punto, pensé que habías decidido jugar al fútbol solo por la presión y la necesidad de seguir mis pasos o los de tu hermano. -exhaló con fuerza y cerró los ojos por unos segundos antes de volver a verme- Por eso no quería involucrarme, quería que decidieras por tí, quería que vieras que a mí no me importaba si elegías un camino distinto al mío, pero me di cuenta de que actué mal.

-Eso no lo justifica todo. -hablé- Tendrías que haberte dado cuenta de que lo mío con el fútbol iba en serio, tendrías que haberte dado cuenta de eso cuando firmé mi contrato con Boca, pero claro, cómo no juego en el club de tus amores decidiste ignorarme por completo.

-El club no tiene nada que ver, Samuel. -pronunció de manera brusca, alterándome de repente.

-¡Claro que tiene que ver! -exclamé- ¡Tiene mucho que ver. Si no fuera así, al menos habrías ido a verme jugar!

-Tenía otros compromisos, se lo dije a tu madre, y te lo dije a ti.

-Otros compromisos, si, como siempre. Seguramente esos compromisos tenían que ver con Oliver y su magnífica carrera como futbolista del Real Madrid, otro club en el cual jugaste. Ahora entiendo por qué te negaste cuando el Barcelona quiso ficharme.

-Me negué porque no te convenía, el club estaba pasando por una muy mala racha y yo no iba a dejar que la carrera de mi hijo iniciara y muriera el mismo año.

-¿El club pasaba por una mala racha o solo no querías verme en el equipo contrario?, ¿Por qué no admites que tienes cierto favoritismo por ciertos clubes y que jamás vas a aceptar que tu linaje sea parte del otro bando?

-Te dije que los clubes no tienen nada que ver.

-¡Claro que tienen que ver! -alcé la voz y me puse de pie. Mi respiración ya estaba bastante agitada y sentía que el corazón iba a salir de mi pecho en cualquier momento.

-¡Si los clubes importaran, no habría firmado contrato como técnico de Boca! -respondió con la misma intensidad y me congelé en mi sitio.

Me dejé caer sobre el sillón, intentando procesar cada palabra dicha por mi padre. Él se llevó las manos a la cabeza, suspirando y maldiciendo repetidas veces mientras caminaba en círculos frente a mí.

-Ese asunto era el que estaba resolviendo el día que jugabas, ese asunto me tuvo inquieto durante mucho tiempo, y es justamente por eso que decidí instalarme definitivamente aquí, en mi país, con mi familia y obligándome a dejar a tu hermano en España.

-Vas a ser técnico de Boca. -pronuncié en voz baja, sintiendo como los ojos me picaban de una manera horripilante- ¿Por qué?

-Porque quiero volver a lo único que se hacer. Durante todo este tiempo pensé que mi vida podría seguir igual pese a haberme retirado como futbolista, pero las cosas no resultaron cómo pensé. Extraño hacer lo que siempre hice y, también anhelo pasar más tiempo con vos. Se que mi presentación como técnico de Boca va a causar controversias teniendo en cuenta que soy tu padre, se que me van a tachar de favoritismo cada vez que te ponga a jugar.

-¿Entonces por qué lo haces?

-Porque quiero hacer contigo lo mismo que hice con tu hermano, quiero instruirte, y no solo porque sea tu padre, también porque soy un profesional y, si decido incluirte cómo titular de aquí hasta que te retires del club, va a ser por una cuestión de profesionalismo y no por una cuestión de familia.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fuera de juego [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora