Take On Me- Maxley- Hey_Blizzard

08

Cuando finalizó la presentación y cada uno fue por su parte, Max y los muchachos se despidieron de Roxanne, ella iba a la residencia femenina, por lo que sus caminos se separaron en los pabellones, la tarde se acercaba ya casi yendo para la noche por el cielo anaranjado.

La peliroja fue guiada por Beret, que conocía muy bien aquel lugar y con mucho gusto la ayudo, se llevaron bien a solo un día de conocerse.

— Chicos, yo... quería hablar con ustedes...— Bradley se había quedado quieto y erguido mirando aun así el suelo, siendo directo.

Pj, Max y Bobby voltearon sin entender que pasaba y el chico se tomó del brazo.

— Primero que nada... quisiera disculparme con ustedes por todo lo que pasó... más que nada a tí,  Pj...— Se sentía demasiado culpable.

Los chicos se vieron por unos segundos, pensando el castaño que le dirían algo malo, pero en realidad soltaron una risa y lo tomaron del hombro.

— tranca palanca querido amigo Bradley, las cosas suceden y al final gana- amos..— Se mostraban tranquilos, siendo una reacción positiva.

— Además, habrán nuevos juegos y la vida continua, no nos sirve enojarnos empezando la universidad.— Pj lo tomó de la cabeza y lo despeino un poco.

— Reconociste tu erro- or..— De su bolsillo del pantalón holgado saco su queso en Sprite y le ofreció a Bradley.—
¿Queso?

— ehmm...— Bradley Odiaba ese queso barato, pero con una sonrisa falsa negó con la cabeza dejándolo tranquilo.

— Bueeeno enamorados, les damos su espacio...— El pelirojo empujó un poco a Max que molesto Frunció el ceño al hacerle eso, pero empezó a temblar al ver a Bradley que lo observaba con esos bellos ojos azules.

Bobby y Pj tomaron sus Skates y dieron recorrido hacia la residencia de los chicos, son antes agitar la mano en señal de despedida.

El aire fresco de la tarde era reconfortante, y las luces del parque proyectaban sombras suaves a su alrededor. Encontraron una banca un poco apartada, rodeada de árboles, y se sentaron juntos.

Bradley miraba sus manos, todavía sintiéndose un poco vulnerable después de la fiesta. Max, decidido a aliviar la tensión, rompió el silencio primero.

—Bradley, hay algo que necesito decirte —empezó Max, su voz calmada y firme—. No quiero que te sientas traicionado..
Y mucho menos que me quiero burlar de ti o algo parecido... pero cuando te llevé a tu habitación...— Cerró los ojos y sus cejas se encorvaron mostrando miedo.— vi tu diario...

Bradley levantó la vista rápidamente, sus ojos llenos de sorpresa y algo de enojo. —¿Qué? ¡¿Leíste mi diario?! —su voz temblaba ligeramente, una mezcla de vergüenza y furia contenida.

Max asintió, manteniendo su mirada fija en Bradley. —Sí, pero solo una pequeña parte. No lo hice intencionalmente. Estaba preocupado por ti y cuando lo vi abierto, no pude evitarlo.

Bradley apartó la vista, sus mejillas enrojecidas. —No puedo creer que hicieras eso, Max... Es algo muy personal.

—Lo sé, y lo siento mucho —dijo Max, su tono lleno de arrepentimiento—. No quería invadir tu privacidad, solo quería entenderte mejor... Y lo que leí me hizo darme cuenta de lo mucho que estás pasando, en realidad se cayó y no sabía que era y no fue mi intención leerlo.

Bradley suspiró, sintiéndose un poco más calmado pero todavía incómodo. —¿Qué es lo que leíste exactamente?

Max respiró hondo antes de responder. —Leí sobre cómo te sientes presionado por tu papá, cómo te cuesta encontrar tu lugar. No leí nada sobre tus pasiones o deseos más profundos, solo entendí que estás bajo mucha presión.